Epílogo

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 ¿Unión? ¿Igualdad? Es algo chistoso si hace unos 5 años se hablara de ello entre las ciudades, mezclarse entre ellos era considerado un pecado capital, algo simplemente prohibido.

– Y por ese motivo, ya las demás ciudades abrieron sus fronteras, incluyendo nuestra propia ciudad, la Ciudad del Cielo recibe a todo aquel sin importar su rango o raza de ángel, todos somos iguales así que debemos respetarlos si nosotros queremos lo mismo al ir a otra ciudad – Choi Milo termina el discurso, Sergio y Jude se mantienen detrás de él esperando que avance, es un trabajo un poco riesgoso el ser guardaespaldas del presidente de la Ciudad del Cielo, aunque luego de aquella batalla todo es pan comido.

– Estuviste muy bien alfa – Louis lo recibe en la parte interna del Palacio Celestial, la casa presidencial de la ciudad, tenía unas pequeñas ojeras algo notorias, pero tienen nombre y pequeñas manitos – Haneul se fue dormida con Javier, me preocupa que Yohn la moleste, como siempre.

– Sabes que son como sus tíos, ¿qué puede pasar? – en ese instante algo pesado parece caerse y un grito se escucha a lo lejos – no otra vez...

– ¡Maldita mocosa muerde a tu padre! ¡Deja mi cuello no soy un omega! ¡Choi Haneul! – en ese momento Yohn entra todo despeinado a la habitación, con mala cara y con la pequeña hija de 4 años del presidente – a ver si utilizas redes eléctricas para controlarla.

– Es una angelita que jamás dañaría a alguien – dice Louis, y Yohn indignado se señala una mordida en su cuello muy cerca de donde iría la marca de un alfa a un omega – seguro le pareces un omega gruñón y quiso marcarte, es una niña no te alteres alfa tonto.

– ¡Me intentó marcar una mocosa! ¡Javi haz algo! – el omega estaba sentado en un pequeño sillón medio adormilado, el embarazo le estaba causando mucho sueño.

– Ven conmigo pequeña, ignora al tío Yohn, tiene mal carácter con las niñas lindas como tú – la pequeña Haneul abandonó la espalda de Yohn para correr a acurrucarse en los de Javier.

– Se nota que será alfa igual que su padre – dice Jude entrando notando la tierna escena y el cuello sangrante de Min Yohn – no imagino cuando nazca Lisa, vas a terminar loco, hermano.

– Mi niña será toda una ternura que no romperá ni un plato – presume el alfa de cabello negro – eso no lo dudo ni un segundo.

– ¿Lisa? De donde sacaron ese nombre - pregunta Louis a su amigo – Haneul recuerdo que lo saqué al leer libros sobre el experimento omegaverse, y quiero que sea tan inteligente como una joven científica que se hallaba allí.

– Pues... quería hacer un nombre fuerte que se pareciera al tuyo Louis– explicaba Javier sonrojado al contar el origen del nombre de su futura cachorra.

– Una mezcla de esos 2...Jefe Choi mejor que vaya preparando el manicomio – Jude reía imaginando la actitud que tendría la pequeña en un futuro al tener un nombre inspirado en Louis y los genes de Yohn, Ethan iba entrando para dejar los respectivos informes a su nuevo presidente.

– Yo espero que sea tan valiente y linda como Javi– Yohn abrazaba por detrás a su omega, se había acomodado en el sofá, no permitiría que una mocosa le robara la atención de su omega.

– Yo quiero que sea tan fuerte como tú – Louis y Milo ya se estaban empalagando con la escena de esos 2, aunque no podían negar que en ocasiones eran peores que Javier los terminaba corriendo del lugar.

– Debemos ir al jardín del Palacio, mueve ese trasero Javi antes de que vuelvas a quedarte dormido – Javier se encontraba con traje formal negro y corbata, había accedido ser el guardaespaldas de Louis al ser la pareja del presidente pero con su embarazo en gran avance Yohn tomó su lugar, solo les gustaba molestarse, en realidad se trataban como hermanos algo competitivos, y Yohn no dudaba en defenderlo a él y a la pequeña demonio como suele decirle.

Luego de que todo terminara y la rehabilitación de Yohn estuvo en proceso Javier le prohibió volver a usar esos químicos para volverse albino, al punto de que rompió todas las ampolletas cuando notó que el alfa se había aplicado una para salir luego de ser agredido verbalmente por su apariencia, alegando que ya tenía que ser aceptado incluyendo a los padres del alfa que los visitaban con frecuencia.

Javier por su parte tenía muchos síntomas del embarazo y antojos cada vez más raros, pero su alfa se encargaba de consentir cada capricho sin importar que fuera y a que horas, sin contar que salió a las 4 de la mañana por sirope de caramelo para que comiera con algunas fresas sino no iba a parar de llorar por dicho antojo que al menos era más normal que el aguacate con azúcar y maracuyá.

Caminaban hacía el jardín siendo escoltados, pues habían visitas incluso de las ciudades más pequeñas que se regían por las reglas de las ciudades principales, habitantes con colores mixtos en sus plumajes se hacían presentes, bastante llamativos y con miradas fieras pero eso es algo en lo que no le ganarán al actual presidente Milo, aún era una dura tarea en trabajar en la aceptación de los demás pero todo aquél que actuara mal sería castigado con el peso de la ley.

– ¡Yohn! – un joven de cabello azabache se acercaba a ellos, abrazando al nombrado para luego saltar sobre Javier y Louis, siendo halado por Yohn para separarlos – aishhh hermano tonto.

– Vaya, ¿quién es tu amigo? – James estaba un poco más grande, ya se había presentado como alfa para el orgullo de su padre, Yohn lo solía llevar a las reuniones de las ciudades porque así podría hacer nuevos amigos.

– Soy Yulián, tengo 8 años – un omega de plumaje muy llamativo – soy de la Ciudad del Magma.

–¿Dónde queda esa Ciudad? – preguntaba Javier a su amigo Louis que también negaba.

– Se encuentra al sur de la Ciudad de la Tierra, es un valle rodeado de volcanes – Sergio ya había ido en reconocimiento a ese lugar – se dice que sus colores se asemejan al magma.

– Rojo y naranja – decía el pequeño James al notar las plumas de las alas de su nuevo amigo, que por el aroma dulce se sabía que era un omega.

Todo se notaba tan tranquilo, cachorros de todas las ciudades jugaban entre sí, mientras los padres interactúan con normalidad, ¿quién diría que el esfuerzo de unos pocos dieran ese gran cambio?

– Misión cumplida agentes – murmuraba Choi, dándoles unas copas para brindar, con refresco para Javier por supuesto.

Pequeños cambios logran grandes resultados, y pensar que todo comenzó con querer salvarlos a todos, algo que terminó unificando todas las ciudades.

Porque eran los nuevos dioses viviendo en la Ciudad de Ángeles...

Ciudad de ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora