𝙀𝙧𝙧ø𝙧 𝘾𝙚𝙡𝙚𝙨†𝙞𝙖𝙡→Alastor←

I

Heavenly Paradise—Capitulo uno

Un destello rubio paso a una alta velocidad por el paraíso, aquel destello era Delilah, la muchacha buscaba a su hermano, estaba algo enojada con Samael, se enteró por boca de su padre que aquel Ángel terco había rescatado a Lilith cuando está huyó del Edén.

Eso no le importaba porque sabía que su hermano gustaba de esa mujer, le importaba el hecho de que eso modificaba ligeramente sus planes.

—Ella es mortal ¿Que harás cuando comience una guerra? —Delilah señaló a la rubia más alta que ella- Puede salir lastimada.

—Del, yo no quiero una guerra, solo quiero que padre entienda que sus doctrinas son muy tontas e injustas. —El sostuvo a su hermana que le miraba con su semblante enojado— Quiero enorgullecerlo, demostrar que puedo ser como el, gobernar como el.

—Lo hablamos Samael, del modo como lo veas esto dará inicio a una guerra —Ella suspiró— Padre ya les dijo la tonta regla de la manzanita a Eva y Adam, es ahora o nunca.

—No quiero una guerra.

—Yo tampoco, pero ambos sabemos que no habrá otro modo. Gana el o ganamos nosotros.

—Que planean hacer con Eva —Intervino Lilith, Delilah miro a su hermano, este entendió convirtiéndose en una serpiente, era hora de la rebelión.

—¿Quieres acompañarnos? —Delilah acercó su brazo a Samael para que esté se enrollara en el, Lilith simplemente asintió caminando a su lado.

Todo lo que pasó después se resumía en desgracia, ambos hermanos estubieron muy equivocados al creer que podrían ganar contra Dios, el resultante de su rebelión fue que Adam y Eva fueran expulsados del Jardín Edén, ahora los tres estaban frente a Dios, ambos habían arrastrado a Lilith con ellos.

—¡No tienen idea de lo que acaban de hacer! —Dios se mostró enojado, mientras que Samael y Delilah estaban acostumbrados a verle así, ambos recibían regaños seguido— ¡Ahora el mundo estará lleno de desobediencia y maldad!

—¿Solo por una manzana? —Se atrevió a preguntar Delilah

—Un solo acto de desobediencia condena a todos —Se giro apretando sus manos para luego suspirar— Gracias a eso los condenare también.

—¿Condenarnos? —Lilith le miro ciertamente asustada mientras se abrazaba a Samael.

—Sabia que esto podría pasar, creé un lugar donde irán todas las almas a las que les abrieron paso a corromperse —El pareció meditar algo unos minutos— Querías gobernar Samael ¿Verdad?

Delilah le miro entendiendo lo que haría con ellos, giro su vista a su hermano asustada.

—Gobernaras ese lugar. —Antes de que Delilah pudiera hacer algo su padre envío a su hermano y a Lilith a aquel lugar.

—Samael... —Susurro con temor— ¿Y yo? Quiero ir con mi hermano —Delilah retrocedio asustada de su padre.

—Tu castigo será diferente, quiero que veas el daño que causaste por ti misma.

De un momento a otro Delilah empezó a sentirse extraña, giro su rostro en busca de sus alas pero no las halló.

—¡Padre, por favor no! —Se abrazo a si misma —¡Quiero ir con mi hermano! —Dios tan solo giro su rostro mientras su semblante de mostraba triste.

—No será para siempre Delilah, recordarás todo y tendrás oportunidad de ver lo que causaron.

—¿Y volveré con mi hermano? —Pregunto cuando las gruesas lágrimas cayeron por sus mejillas, el todo poderoso tan solo asintió.

Antes de que dijera otra palabra todo se volvió negro para ella, despertó en la tierra, observo su reflejo notando que ahora los tenues círculos en sus mejillas se desvanecían y su cabellera rubia platinada dejaba de tener brillo, sus ropajes también habían cambiado, ahora tan solo vestía unas toallas blancas.

—¿Delilah? —La voz dulce de Eva la hizo levantarse, la mujer vestía ropas cafés, rápidamente ayudo a la que alguna vez le mostró la manzana.

—Perdoname, perdónenme —Delilah se arrodilló junto con Eva quien la abrazaba, Adam pronto se acercó a ellas, mirando a las mujeres a sus pies.

Ahora lo entendia, ese era el castigo de su padre, vagar en la tierra, sin morir verdaderamente, ella murió con Eva y Adam, esperando que su castigo acabará, pero al contrario, en un parpadeo volvió a la vida, teniendo ahora un aspecto diferente, conociendo a personas diferentes con las que no podía encariñarse.

Así paso un largo tiempo en el que Delilah sufría viendo morir cada vez a personas buenas que conocía, cada vez ella se veía más diferente a como era antes, recordaba cada una de sus vidas, incluyendo la celestial, consideraba que ese era el peor castigo que su padre le pudo dar. Pero aún así trato de tener una vida normal como una mortal muchas veces.

Así hasta que apareció en Luisiana, dónde no tenía previsto que pasaría su peor vida y a la vez hermosa vida. Una que dejaría muchas heridas...

Delilah tiene muchos aspectos, tres de ellos son los que se utilizarán. El original, el de Luisiana y el otro que se revelará más adelante. Estos tres aspectos conservan sus ojos azules.