Exquisite silhouette—Capitulo seis
Su estrés y tensión no había bajado en lo mínimo, para nada, al principio planeo tan solo tener una o dos víctimas. Pero luego de la segunda su mente exigió una tercera.
Allí lo vio a el, Alastor estaba acechando a sus víctimas, no se le hizo difícil verlo, el hombre era realmente alto ¿Quien no lo vería?.
Delilah frunció su ceño al verlo, ¿Que hacía ahí?.Por un momento dejo de verlo y el desapareció, miro a su alrededor confundida, por segunda vez, Alastor era muy alto, tendría que haberlo visto... Luego de unos segundos prefirió no tomarle más atención a ello.
Delilah estaba cansada, tenía sueño, pero quería solo una víctima más, ya la tenía vista, era un rubia que se notaba con aires de grandeza, perfecto, así no sentiría culpa cuando clavara el cuchillo en su cuello.
Con cuidado uso su sombra para atraer la curiosidad de la rubia, así como había hecho con los otros dos.
Cuando por fin la tuvo cerca, la tomo por la espalda colocando el cuchillo en su cuello. La muchacha guardo silencio obligada mientras Delilah la encaminaba a un lugar apartado de los demás muchachos.—¿Neitan? —La rubia se sacudió cuando reconoció uno de los cuerpos en el césped, para su horror el cuerpo no tenía una de sus manos y su lengua.
—El se portó muy mal, quizo tocar de más. —Le susurro la morena.— Tu eres una belleza, no te portes mal, no quiero echar a perder tu rostro. —Delilah le dió una sonrisa aparentemente inocente acariciándo el pómulo de la rubia.
—No me hagas daño, no le diré a nadie, por favor. —Rogo soltando varias lágrimas que a Delilah no le convencieron.
—Lo bueno es que pides piedad. —Diría soltando una suave risa.— Lo malo es que yo no te la daré.
Delilah corto el cuello de la rubia manchando sus manos con aquella sangre, en cuanto la mujer cayó de rodillas sosteniendo su garganta Delilah clavo el cuchillo en el craneo mientras la mujer se retorcía. En un ataque de adrenalina la morena se montó sobre la otra apuñalando varias zonas del rostro y pecho de la rubia ya inerte.
—Perdón, creo que sí dañe tu rostro. —Hablo agitadamente.
Lo que Delilah no notaba es que había otra persona mirándola, Alastor había visto toda la escena y tenía que admitir que la luz de la luna hacía que la Silueta de Delilah se viera completamente exquisita, mucho más con toda la sangre que adornaba su cuerpo.
Alastor estaba completamente cautivado, pero el nunca lo admitiría, es más, ni siquiera lo sabía, lo único que el tenía en planes era averiguar porque aquella mujer lo traía así de mal como para seguirla siempre.
Era como un depredador cazando a su presa a la espera de poder saltar sobre ella. Miro el césped debajo de el confundido ¿Que era lo que le pasaba? Se sentía como un tonto, se estaba tomando muchas molestias en seguirla.
Antes de que el mirara al frente de nuevo sintió un peso sobre el que lo hizo caer de espaldas. Sobre el y con un cuchillo en alto listo para clavarse en su cuerpo estaba Delilah quien le miro sorprendida dándose cuenta de quién era.
—¿Que mierda, Alastor? —Ella bajo el cuchillo pero se mantuvo sobre el, por instinto Alastor se deslizó sentandose haciendo que la morena quedará sobre su regazo. —¿Ahora eres mi acosador personal?
—No creas que eres tan importante. —De cierta forma aquello ofendió a Delilah quien golpeó ligeramente el hombro del contrario manchandolo de sangre.
Ninguno dijo otra cosa, Delilah estaba sobre el aún si darse cuenta de la posición, simplemente mantenía el cuchillo en su mano por si el alto intentaba algo que no le gustará.
—Eres un idiota. —Delilah decidió levantarse sacudiendo su vestido manchado, de su bolso saco un pequeño pañuelo con el que seco la sangre de sus brazos, manos y rostro. Luego saco otro pañuelo lanzandolo en la cara del castaño para que limpiará su hombro con sangre, lo cual acepto.
Alastor le miraba expectante por la manera calmada en que lo hacía, por último se colocó un abrigo que cubria su cuerpo hasta las rodillas, le dió una última mirada al hombre antes de comenzar a caminar para salir del bosque.
El castaño se debatió mentalmente unos minutos antes de seguirla hasta llegar a su lado.
—¿Que se supone que haces? —Le pregunto desconcertada y a la vez desconfiada.
—Es menos sospechoso si vamos juntos. —Le afirmo. —Una dama no camina sola a estas horas.
—Si intentas algo te partire en dos. —Le advirtió dejando que caminara a su lado.
—Creeme, primero me cortaría la mano. —Afirmo seriamente. Delilah le miro sin gracia, pero luego una pequeña sonrisa asomo por sus labios.
De cierta forma se sentía bien al estar acompañada, ya había pasado muchos años sola, Husk tan solo le hacía compañía en su trabajo, pero era lindo tener un acompañante a esas horas.
—Tu eres muy raro.
—Mira quien habla, la señorita inmortal. —Se burló.
—De cierta manera lo soy, jamás lo entenderías, es mucho para tu mentesita de locutor.
—Oh, por favor querida, iluminame, hablame sobre tu padre, el grandísimo todo poderoso. —La miro de reojo notando que su rostro se mostraba triste, había tocado un nervio sin darse cuenta.
—No me creerías, Husk tampoco me creyó a la primera. —Delilah soltó una suave risa al recordar lo mucho que tuvo que explicarle a Husk.
—¿Entonces que pierdes con decirlo? No podría delatarte, nadie me creería.
Delilah le miro tratando de descifrar lo que Alastor planeaba, sabía que el no era un hombre que se interesara por la vida de otros, solo le importaba el mismo, así que lo que intentará hacer solo le beneficiaria al el.
—Si claro, sigue soñando, dulzura. —Paro de caminar viendolo con una sonrisa que Alastor no pudo descifrar. —Ve por tu lado, yo iré por el mío. —Señalo con su cabeza otra dirección y luego detrás de ella.
Sin más Delilah partió hacia su hogar sin mirar atrás, sabía que la mirada de Alastor seguía en su espalda... Tan solo giro cuando dejo de sentirla, su mirada ahora se fijó en la espalda del hombre, ¿Debería confiar en el? No, no lo haría, no por ahora.
Por su parte Alastor estaba ahora más confundido que antes, ¿Lo que había dicho Husk era verdad? No podía creer semejante tontería, sacudió su cabeza caminando a su hogar, Delilah le intrigaba y lo volvía cada vez más loco... Vaya, que mujer.
Hermanas, estoy cansada que corregir esto (—), cada vez que no me doy cuenta se convierten en un guión de los pequeños (-) y me produce violencia.
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𝙀𝙧𝙧ø𝙧 𝘾𝙚𝙡𝙚𝙨†𝙞𝙖𝙡→Alastor←
Fanfic"𝙽𝚘 𝚌𝚊𝚎𝚛é 𝚎𝚗 𝚝𝚞 𝚓𝚞𝚎𝚐𝚘. 𝙽𝚘 𝚘𝚝𝚛𝚊 𝚟𝚎𝚣" "𝚀𝚞𝚒𝚎𝚛𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎𝚊𝚜 𝚖í𝚊" →→El pasado suele doler, suele dañar... Todos tenemos un pasado que no podemos olvidar, un pasado que n...