𝙀𝙧𝙧ø𝙧 𝘾𝙚𝙡𝙚𝙨†𝙞𝙖𝙡→Alastor←

XXX

Reasons why—Capítulo treinta.

Su vista estaba clavada en el suelo, sus dedos jugaban entre su vestido blanco, sentía las finas gotas de sudor bajar por su rostro, ¿Porque quedó atrapada en tan incómoda situación?

—Ahora dimelo con claridad... Exactamente que es lo que tienes o tenías con Adam... —Su hermano estaba del otro lado de la habitación mirándole expectante y de una manera muy poco acogedora, ¿Todos le miraran así cuando tenga que contar esa historia?

Bueno, no podía culpar a nadie que no fuera su propia persona, había llegado al castillo hace unas horas, revisando y ayudando a acomodar archivos que su hermano dejaba olvidados.

Luego noto el nombre de Caín en unos de los archivos más olvidados que se hallaban en el suelo, luego de su tonta boca salió una reveladora frase “Aún recuerdo lo tierno que era ver a Caín y Adam tratarse como una familia, Caín no parecía malo.”

Instintivamente Lucifer dejo sus patitos de hule para prestarle suma atención. “¿Conociste a Adam?” esa pequeña pregunta hizo que sus nervios fluyeran y claro que Lucifer lo noto.

—¿Y bien? Vas a decírmelo ahora y no es pregunta.

Delilah se sentó en el suelo inspeccionando el archivo de Caín notando que en su historial yacía un “Exterminado”, no tuvo más opción que contarle la verdad a su hermano, la mirada de Lucifer se suavizó ante lo confesado y luego disculpándose por la dureza que pudo haber tenido en sus palabras.

Delilah le dijo que todo estaba bien, que ahora Adam estaba lejos y que no dejaría que la dañará de nuevo, Lucifer prometió que cuando viera a Adam le daría una golpiza y sin más volvió a sus patitos.

La rubia ahora tenía que organizar o revisar los archivos de los pecadores cuyos nombres empezarán con “Z”.

Aunque lo sensato fuera que lo hiciera en orden alfabético, ella prefería empezar por los que tuvieran menos pecadores. Luego su vista cayó en los archivos que empezaban por la letra “A”, sentía curiosidad por el alma de Angel, algo no le cuadraba en su trabajo, por ello dejo los anteriores archivos para moverse a los que empezaban con “A”.

No fue hasta que encontró uno con el nombre de Anthony que por debajo escribía el “Angel Dust”.
Abrió el archivo dándose cuenta de que Angel había dado su alma y se encontraba en manos de su jefe, Delilah prefirió dejarlo hasta allí, luego se encargaría de averiguar lo demás.

Acomodo el archivo en su lugar pero está vez se dió cuenta de un archivo en particular “Alastor”, curiosa por lo que abría de descubrir tomo asiento en uno de los muebles, este archivo lo leería completo.