XIII

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Spoil everything—Capítulo trece

Spoil everything—Capítulo trece

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Delilah

Ya era muy de noche y sinceramente no creía haber pasado todo el día jodiendo a Husk en el bar, ahora mismo ya estaba muy ebria, lo sabía por el claro indicio de que todo me da vueltas, aún así seguí saboreando lo fuerte de la bebida y lo bien que se sentía, tal vez mañana si logré tener una laguna mental.

—Ya, fuera de mi bar. —Me dijo Husk terminando de servir otro vaso en mi dirección.

—Aún no vas a cerrar. —Mire a mi lado notando que Alastor ni siquiera parecía afectado por el licor, ¿Cómo lo logro después de las últimas tres botellas?— Solo una botella más. —Le di una sonrisa para que me dejara pero el solo me miró aburrido.

—Ya dijiste eso hace dos botellas.

—Si, bueno ¿Que importa? —Le arrebate la botella de las manos, sabía que el no me serviría más.

—Tal vez el tenga razón, Delilah, te tambaleas. —Hablo Alastor, todo la noche habíamos hablado de diferentes cosas, al menos no nos quedábamos en un silencio incomodo y lo que acababa de decir me daba esperanzas de que tal vez si le importo.

Le mire unos segundos, todo estaba yendo tan bien, era todo tan perfecto. Aunque el alcohol y mi estúpida boca hicieron efecto. Luego voy y estropeó todo diciendo algo estúpido.

—Te amo. —Sin darme cuenta no lo había pensado, lo dije, me di cuenta porque la botella en manos de Husk cayó al piso y el vaso de Alastor igual.

El me giro a ver desconcertado, demasiado diría yo. —¿Que?

—Te amo. —Repetí, aunque mi cerebro me decía que me callara mi boca parecía no obedecer, debo dejar el Alcohol.

—... Amar es una palabra fuerte. —El volvió su mirada hacia al frente mientras Husk recogía los vidrios y obviamente me miraba mal.

Yo suspire sabiendo lo que significaba eso. —Lo se, pero ya lo dije así que lo repetiré de nuevo, Te amo.

Para cuándo gire mi vista el ya no estaba allí, estaba saliendo por la puerta. Para cuándo se fue solté una suave risa.

—Eres una idiota.

Mis ojos picaban pero no iba a llorar, al menos no ahora. —Me lo han dicho. —Tome el último trago de mi vaso para levantarme, aunque todo me de vueltas no quería seguir en el bar, quería llegar a casa y llorar hasta dormir por más miserable que sonara.

La mano de Husk en mi brazo hizo que me detuviera. —Espera aquí. —Comenzo apagar todas las luces.

—¿Que haces? —Pregunte cuando cerró las ventanas.

—Te llevaré a tu casa. —Me dijo, el ya sabía dónde vivía, claro que sabía.

—No, claro que no, abre tu maldito bar, me iré sola. —Obviamente no me prestó atención y termino de cerrar todo por completo. —No voy a moverme de aquí hasta que abras. —Me tambalee cruzandome de brazos.

El dió una sonrisa burlona antes de tomarme como si de un simple saco se tratara. —¡Oye! Bájame.

—No dejaré que te vayas sola a estas horas. —Cerro la puerta tras nosotros aún sin bajarme, al parecer no le pesaba tenerme en su hombro.

—Nos verán y van a pensar que me secuestras. —Me sacudí sin lograr nada, así que simplemente me quedé quieta.

—Nadie está en las calles a esta hora. —Le di un gruñido como respuesta. —Te dije que lo olvidarás.

—Tsk, hablas como si yo te gustará. —Me burle, pero el se mantuvo en silencio. —Ay mierda no me digas que...

—¡No! Imbécil, eres como una hermana, una hermana muy tonta. —Solte una suave risa ante eso, mire el suelo por dónde pasábamos, tal vez no fue la mejor opción decirle lo que sentía a el maldito asesino, pero ya estaba hecho y habría vuelta atrás.

—Lo siento... —Suspire.

—No lo sientas tanto, es posible que ya no regrese al bar. —Explico.— Gracias por eso.

—Ya no lo siento.

Escuché su risa mientras miraba toda la calle notando finas gotas de agua caer.

—Dame la llave. —Me bajo con cuidado mientras yo rebuscaba en mi bolso lo que pidió. —Entra ahí y no te atrevas a llorar. —Me señaló ¿Cómo mierda me conocía tanto?

—Tu no te vas a ir. —Lo tome por el chaleco jalandolo dentro, por su leve mueca supe que le llegó el olor de Alcohol en mi boca. —Esta lloviendo y ya es muy tarde. —Señale la ventana mostrando la lluvia.

El me miró serio para luego sentarse en el sofá, le mire unos segundos más antes de caminar a mi habitación por sábanas, para cuando salí ya casi estaba dormido, sin más le lanze las sábanas.

—¡¿Que. —Se levanto algo asustado al sacarlo del reino de los sueños.

—Es para que estés más cómodo, si te vas por la mañana no me despiertes, puede que llegue tarde a trabajar. —Me gire escuchando un sonido de afirmación de su parte. —Descansa.

El no respondió, tampoco esperaba que lo hiciera, solía ser algo rudo y amargado pero sabía que en el fondo el había respondido un "Tu igual" el era como una roca que tenía un fondo blando.

Me recosté en mi cama respirando profundamente así evitaría lágrimas caer, Husk llegaba a tener un sentido auditivo realmente agudo si se lo proponía.

Lo mejor sería no pensar en Alastor por esta noche, al menos hasta que Husk no esté, se que si comienzo a pensar en todas las posibles cosas que el hará ahora es muy probable que acabe llorando con un Husk muy gruñón a mi lado, consolandome de la manera tan rara que el sabe tener.

Husk verdaderamente era un buen amigo y como el había dicho podía llegar a considerarlo un hermano, no de sangre, un hermano de alma que por muy rara e irrespetuosa que parezca muestra relación ambos sabemos que nos importamos y que haríamos cualquier cosa por nosotros. Al menos eso quiero pensar, porque yo si haría cualquier cosa por el.

 Al menos eso quiero pensar, porque yo si haría cualquier cosa por el

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𝙀𝙧𝙧ø𝙧 𝘾𝙚𝙡𝙚𝙨†𝙞𝙖𝙡→Alastor←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora