"𝙽𝚘 𝚌𝚊𝚎𝚛é 𝚎𝚗 𝚝𝚞 𝚓𝚞𝚎𝚐𝚘.
𝙽𝚘 𝚘𝚝𝚛𝚊 𝚟𝚎𝚣"
"𝚀𝚞𝚒𝚎𝚛𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎𝚊𝚜 𝚖í𝚊"
→→El pasado suele doler, suele dañar... Todos tenemos un pasado que no podemos olvidar, un pasado que n...
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La noticia de un nuevo huésped en el hotel fue una sorpresa para Delilah, más cuando era el mismo que había roto su distinguida pared.
Ahora mismo se hallaba sentada en el suelo junto a Angel, Charlie les había reunido allí para un pequeño juego.
—Ahora, como tenemos un nuevo residente es importante que todos nos conozcamos, así que vamos a jugar a un pequeño juego, escuchen y síganme. —Charlie comenzó alegre. —Mi nombre es Charlie. —Dio pequeños aplausos. —Amo cantar y conocerlos me va a encantar. —Finalizo con más palmadas.
Luego Charlie señaló al pecador serpiente por lo que todos a excepción de Angel giraron su vista a el. —Mi nombre es Sir. Pentious, construyó cosas y a pesar de mis tontos huevo creo que tengo talento. —Imitó a Charlie.
Luego giraron su vista a Delilah quien les miro confundida, ella no iba a redimirse, aún así quizo intentarlo.
—Yo soy Delilah. —Aplaudio dos veces. —No me caes bien. —Palmeo mirando a Pentious. —Yo solo quiero que nos pagues la pared. —Finalizó sonriendo, Charlie intento reír y prefirió mirar esta vez a Angel.
—Pero que estupidez. —Dijo aburrido.
—¡No es una estupidez! Es solo un juego. —Aplaudio Charlie. —Si Sir. Pentious lo hizo bien tu lo harás también. —Se acercó a el.
—Estoy muy sobrio para esto. —Se quejo.
—Sera mejor que aprendas a jugar porque todo el rato tendrás que participar. —Se burló Vaggie aplaudiendo.
[...]
Delilah aguantaba su risa ante el libreto que Charlie le hacía leer a Angel, claro que Del no desaprovechó la oportunidad y comenzó a grabar disimuladamente a su amigo arácnido.
—Nunca borraré este video. —Susurro con gracia la mujer junto a Husk quien se notaba extremadamente aburrido.
—¡Si!¡Bello, bravo! —Aplaudio emocionada Charlie cuando finalizó. —Oh Sir. Pentious a este ritmo te redimiras muy pronto.
—¿En serio eso le gustó? —Delilah guardo su celular mientras miraba con extrañesa a su sobrina.
—Me iré a dormir. —Dijo Angel para caminar hacia las escaleras.
Delilah sintió que Ángel no estaba bien pero lo conocía lo suficiente como para deducir que no quería hablar con nadie.
Pronto sería hora de dormir, posiblemente ella no lo haría, se encamino directo a la biblioteca, solía robar libros de allí para llevárselos a su habitación. Optó por uno al azar pues no quería pasar tanto tiempo escogiendo uno.
Ya en su habitación dejo encendida tan solo la luz junto a su cama, comenzó su lectura mientras acariciaba a su gato y suaves ronroneos la acompañaban.
