𝙀𝙧𝙧ø𝙧 𝘾𝙚𝙡𝙚𝙨†𝙞𝙖𝙡→Alastor←

XIV

More than friends—Capitulo catorce.

—1929—

Era algo facil para Delilah fingir estar bien, eso hacia siempre, aunque a pesar de eso Husk sabía que ella no estaba del todo bien, había transcurrido alrededor de una semana sin que ella supiera de Alastor.

Ni siquiera por la radio pues Husk le había prohibido encenderla, no quería que la muchacha se hundiera más en el martirio.

Delilah sabía que el decir un “Te amo” tan pronto era muy estúpido, pudo haber dicho “Te quiero” o tal vez “Me gustas”, pero no, ella dijo te amo, las palabras salieron desde lo más profundo de su blando y algo roto corazón.

Delilah era una muchacha muy inestable y frágil, no estaba en condiciones para amar a alguien, nunca lo estuvo desde que fue desterrada a su castigo. En el cielo ella era un ser muy amable y cariñoso, no era perfecta Dios se lo dejaba claro, pero era más perfecta que ahora, Samael lo sabía, ella era como una pequeña flor delicada que deseaba proteger y fracaso en el intento.

Dios la creo a una imagen diferente a la de Samael, con poderes diferentes a los de el, con la esperanza de que ella llegara a ser digna de ser su mano derecha, no todo salió como el quería. Delilah demostraba tener sus propias ideas y sueños, no obedecía a su padre, usabas sus poderes a su diversión y antojo.

Así ella fue cambiando, su corazón aún se mantenía bondadoso, pero sus pensamientos solían traicionarla, los ancianos del cielo exigían eliminarla para que sus poderes no llegarán a corromperse, pero Dios no tuvo la fuerza o voluntad para hacerlo, ella era su creación, su hija, no pudo eliminar a esa pequeña soñadora.

Intento remover sus ideas, no logro hacerlo, intento quitarle sus poderes o su memoria, tampoco lo logro, ni siquiera el entendia lo que sucedía, el era el todo poderoso, ella era de menor rango que Dios y aún así parecía ser ligeramente intocable.

Pronto Dios se mantenía lo más alejado de ella posible, sabía que los ancianos del cielo seguirían exigiendo su destierro o posible asesinato, el quería dejar de quererla para lograr hacer lo que debía, no lograba dejar de querer a su hija, trato mil veces de convencerse así mismo que ella tan solo fue el primer error que el cometió.

Dios aveces deseaba no haberla creado, pero era difícil notando la ilusión en los ojos de la muchacha cada que hablaba de sus sueños, ella desprendía un poder y un aura amorosa increíble, ella era un maldito error celestial que lo atormentaba seguido.