XXXIII

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Together in the future. —Capítulo treinta y tres.

Sentía su corazón latir con fuerza en su pecho, de todo lo que Alastor pudo haber dicho esas palabras fueron inesperadas en todo aspecto

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Sentía su corazón latir con fuerza en su pecho, de todo lo que Alastor pudo haber dicho esas palabras fueron inesperadas en todo aspecto.
Delilah no podía entender de que forma lo decía, había mil maneras de interpretar aquellas palabras.

—... ¿A qué te refieres? —Se ánimo a preguntar luego de devolver su mirada a los ojos de su amado. —Hay mil maneras de interpretarlo. —Trato de soltar una pequeña broma en busca de algún rastro de sarcasmo en la mirada de Alastor.

—De todas las maneras posibles. —Contesto el demonio entrelazando su mano con la de su acompañante. —En vida me cuestione si tu rostro era aquel que desearía ver el resto de mi vida... Ahora veo que es así, quiero que estés a mi lado Delilah, hasta el final.

La rubia apretó ligeramente el agarre de sus manos y luego bajo su vista al césped sobre el que estaban sentados, procesaba cada una de las letras que había dictado Alastor, aquello era una propuesta de matrimonio, lo golpearía si ni fuera así.

—Ahora me temo que cancelaré el plan inicial. —Ante la mirada de la mujer llevo su mano hacia el pequeño bolsillo interno de su saco, de allí sacó un pequeño anillo dorado con detalles finamente plasmados de lo que parecía ser rosas, en el centro de este se hallaba una pequeña piedra roja sobresaliente.

Delilah miro con asombro el pequeño objeto, juro por un momento querer desmayarse, toda su existencia habia soñado con ese momento. —Mi madre antes de morir me pidió buscar una mujer que me hiciera infinitamente feliz, más feliz de lo que cualquier objeto o poder lo hiciera, ese mujer eres tú, por más asquerosamente cursi que suene. —La mirada de Alastor se frunció al procesar del todo sus propias palabras. —¿Tu quieres...

La mujer no soporto la interminable espera que eso conllevaría, acercó su rostro logrando chocar sus labios con los de Alastor, empezando un suave roce que hacía que pequeñas cosquillas recorrieran su espalda.

Agradecía de cierta forma al cielo, y su padre por aquel castigo, pues sin el jamás hubiera conocido al que ahora era su prometido, nunca creyó en ese tipo de amor, en sus inicios el único amor que sentía era por su hermano, pero ahora notaba que hay millones de formas de amar y de todas ellas su favorita era aquella forma en la que amaba al demonio Radio.

—Creí que tendría que proponertelo yo. —Hablo alegremente una vez dieron por terminado aquel beso. —Acepto. —Delilah sonrió en grande cuando Alastor tomo su mano deslizando el anillo en su dedo, consecuente a ello la rubia se tomó el tiempo de apreciar más a fondo la joya en su mano.

—Comprare uno mejor para el día de la boda. —Dijo Alastor sirviendo el licor en pequeños vasos que habían comprado, sus palabras sonaron seguras pero Delilah le interrumpió.

—No, este es perfecto. —Ella acarició la mejilla de Alastor con una sonrisa. —Por más cursi que suene. —Se burló. —Asi que... ¿Cual era el plan inicial?

𝙀𝙧𝙧ø𝙧 𝘾𝙚𝙡𝙚𝙨†𝙞𝙖𝙡→Alastor←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora