XXVII

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Let me Love You—Capítulo veintisiete.

Delilah ingreso a su habitación casi corriendo para luego tirarse en la cama respirando irregularmente

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Delilah ingreso a su habitación casi corriendo para luego tirarse en la cama respirando irregularmente.

Coloco una de sus manos en su corazón tratando de calmarlo, había Sido fácil contarles, lo difícil era lo que sentía al recordarlo.

A Delilah le agradaba pensar que Adam solo era un hombre dañado que necesitaba amor, que no era realmente malo al obligarla a amarle, simplemente era un hombre que necesitaba amor... Pero Delilah jamas pudo darle el amor que el quería.

Todo había sido una farsa para ella, una simple pintura que ocultaba la mugre detrás de lo que fue aquella relación, aunque Delilah quería pensar que todo estaba bien no era así.

Nada justificaba lo que Adam hizo con ella, años de tortura que solo Delilah podía justificar inocentemente, Adam fue su primera pareja, el primero que la introdujo en una mentira.

Aunque Eva no lo veía, lo cierto era que Delilah se hallaba dentro de la relación por obligación y pena.

No podía acabar con el, sabía que se sentiría mal, no podía acabar con el, sabía que insistiria de más.

Así fue que por muchos años Delilah creyó amar a Adam en una relación enfermiza...

Luego por alguna razón el quería que tuvieran un hijo, la obligaba a demostrar su amor, Delilah quedó embarazada, lo hizo, pero no llego a tenerlo.

El constante estrés y daño que le provocaba Adam con sus discusiones hicieron que perdiera al bebé, algo que por muy mal que se viera Delilah agradecio. No quería un hijo, no con Adam, con el tiempo Adam dejo de insistir con eso pues Delilah logro convencerlo de que ella ya no podía tener hijos.

Luego Adam murió, dando fin a su pequeño infierno, Delilah le oculto aquella parte a todo el mundo, ni siquiera Husk sabía que casi tuvo un hijo y nadie jamás lo sabría.

Allí en su cama fue incapaz de dejar de recordar a aquel hombre que seguía proclamandola suya, no era de el, Delilah no era de nadie y lo había entendido hace mucho tiempo, así lo que antes creyó que era amor por Adam se convirtió en un gran odio que duraba poco... Adam había sido su amigo y eso era lo que más le lastimaba.

—Querida... —Delilah se paró de la cama al escuchar el tocar de su puerta y la voz de Alastor tras ella.

No quería pelear, sabía que Alastor odiaba pelear con ella, tampoco quería ser grosera por lo que abrió la puerta alzando su rostro  para verlo.

—Ví a este pequeñín fuera de tu habitación. —Enseño al gato en sus brazos antes de dejarlo en el suelo. —Y quisiera hablar contigo.

Delilah simplemente se hizo a un lado para que el ingresará a la habitación, luego cerró la puerta caminando hacia su cama para poder sentarse en la orilla de la misma.

𝙀𝙧𝙧ø𝙧 𝘾𝙚𝙡𝙚𝙨†𝙞𝙖𝙡→Alastor←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora