EL CONTRATO DEL PODER (COMPLETA)

PRÓLOGO

MARK

NOVIEMBRE.

En algún lugar de Estados Unidos.

—Está todo listo señor. Son los resultados finales. —la mujer deja la carpeta en mi escritorio enseguida da media vuelta y sale de la oficina.

Ya en la soledad del lugar me permitió leer con detenimiento el montón de hojas que se lograron juntar durante estos meses de investigación.

Está desde su acta de nacimiento, fotografías suyas de la infancia, adolescencia y qué decir de su adultez. Hay datos de su familia, antecedentes y la lista de escuelas en donde ha estado. Tiene un amplio historial, pero todos los datos son claros y nítidos como el agua fluyendo.

Además, hay potencial no lo voy a negar y muchísimo menos voy a descartar lo hermosa que es.

Es una excelente candidata, hay que darle su mérito.

—¿Es lo que buscamos? —como siempre, tiene la manía de entrar sin avisar, camina con paso decidido por la sala y se sirve un trago del minibar, toma asiento en uno de los sofás, a la vez que desabrocha su corbata con pereza

—Es una excelente candidata. Si tú lo ordenas está todo listo. —junto las hojas regresándolas dentro del folder para guardarlo en mis archivos privados. Nadie debe tener acceso a esta información. Si cae en manos equivocadas sería el fin. —¿Estás seguro de esto?

—No parece haber otra opción. —da un trago profundo, a la vez que su mirada queda perdida en algún punto de la vista panorámica que ofrecen las ventanas, el frío es notorio en el ambiente

—Si es tu decisión final, entonces no hay tiempo que perder. —me levanto de la silla y recojo mis cosas, antes de salir sus palabras llegan a mi claras y firmes

—Ya sabes que hacer Mark.

Así es este mundo, si no eres cazador, serás presa y de presa no llegarás muy lejos, lamentablemente para llegar a la cima en ocasiones hay que jugar sucio y contra aquello que más amas. Son sacrificios que a largo plazo reflejan su recompensa.

—Adrián. —cuando lo llamo se acerca

—¿Diga señor? —confío en él por ser mi jefe de seguridad

—Asegúrate de su bienestar. Serás su sombra día y noche. —le entregó otro folder que contiene su fotografía y datos de la vivienda —Que nunca note tu presencia. 

—Como ordene señor.

"Se avecina una nueva era, y para que alcance su plenitud, debe empezar a forjarse desde hoy."