Aria, una exitosa autora de novelas románticas, se encuentra en el epicentro de una controversia literaria. Su última obra maestra no fue bien recibida por todos debido a un final que dejó a los lectores divididos. Aria, luchando contra las críticas...
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❤️FELIZ SAN VALETIN❤️
Después de la cena en el Hotel Plaza, mi cabeza daba vueltas, el siguiente día no fue mejor, desperté con dolor de cabeza y mucha ansiedad por no saber que hacer, la cereza del pastel llegó cuando el timbre sonó y mi agente, Natalie apareció.
—Lo lamento tanto linda. —solo vino a darme más noticias desalentadoras sobre mi última novela.
Las ventas no cumplen las expectativas, las críticas son mediocres y el resto de los editores y la mesa directiva presionaba por un cambio de rumbo en mi carrera literaria.
Los problemas se acumulan y las perspectivas de mi futuro como escritora se desvanecen.
Toda una maldita mierda.
—Hay que valorar cuanto antes tus opciones y ver cuál puede ser la más acertada. No tenemos mucho tiempo.
Natalie es una mujer despiadada cuando se trata de vender ella no se sienta a sentirse miserable, sale con la cabeza en alto y lucha por lo que quiere, hasta cierto grado agradezco que lo sea porque con ello mis novelas han llegado lejos y hemos mantenido números muy favorables en los últimos años.
Para desgracia mía esto solo me suma más presión justo ahora.
—Necesito tiempo. —me anime a decir
—Lo sé, pero justo ahora no podemos darnos el lujo de esperar Aria, así que haremos esto...—la mujer inhalo y exhalo un par de veces antes de agachar la mirada y observarme con dureza y seriedad —Tomate este fin de semana, analiza tus opciones y el lunes a primera hora lo resolvemos, ¿te parece bien?
—Está bien.
Como luce todo, necesito buscar el camino correcto en mi cabeza y la vastedad junto al silencio de mi departamento pueden ser un buen incentivo.
Todo el día me lo pase por ratos enterrada en la cama, estirada sobre el sofá y buen rato sumergida en la bañera con las ideas pasando una y otra en mi cabeza. <<¿Que carajos debo hacer?>>
No tuve el valor de encender el televisor, lo que menos ocupo ahorita es ver la cara de Nevan en un infomercial.
Nevan, otro de mis asuntos a resolver.
Las letras de "solución" siguen marcadas con tinta fluorescente en el centro de mi cabeza y desesperada, me he debatido intensamente sobre la propuesta de Nevan.
A pesar de mis reservas, esta oferta no solo podría ser una solución para mis problemas literarios, sino también una oportunidad para darle un nuevo rumbo a mi vida pública. Aceptar un matrimonio con Nevan, el político en ascenso, podría ser la chispa que necesite mi carrera.
Entre más vueltas le doy más convencida estoy de que este matrimonio puede ser una locura.
Vaya que yo he creado mundos enteros a base de la imaginación, pero ni en los más locos escenarios me imagine ser la protagonista de uno.