Los nervios cubren cada célula de mi cuerpo. No sé exactamente qué clase de locura es esta.
Tal y como la carta lo decía en punto de las siete el chofer esperaba, había estacionado delante del edificio un Rolls Royce, color negro, lujoso, amablemente el hombre abrió la puerta para mí.
Ya dentro del auto un retortijón en el centro de mi estómago activa todas mis alarmas y por puro instinto le mande un mensaje a Lex para avisarle de donde estaría y que se mantuviera pegada al celular en caso de que la necesitara.
"Solo es una cena", no deja de repetirse una y otra vez en mi cabeza.
El tráfico entre las calles neoyorquinas siempre ha sido de infierno por lo que tardamos justo una hora para llegar al hotel plaza.
Es una noche que promete no ser tan común como las demás. Hay una brisa fresca en el ambiente típico de febrero y la calle está atestada de personas, un botones se acerca a mi apenas pisó la alfombra de la entrada. No sabía exactamente qué decirle, sólo tenía el nombre de Mark, el hermano de Nevan, quien había organizado esta cena.
Con todo el atrevimiento del mundo me tome la molestia de investigar un poco a los anfitriones de esto, lo acepto, quizá los datos no puedan ser del todo verídicos si use como fuente Google y páginas de cotilleo, pero hasta cierto grado ofrecen datos relevantes y la información necesaria para no estar ajeno.
Me gane algunas miradas en el lobby, para la ocasión opte por un usar un vestido pegado al cuerpo de cuello alto y color negro, tacones que eleven mi altura y un recogido completo en el cabello.
Seguí al hombre delante mío por todo el recibidor del hotel, es un lugar prestigioso y de alta gama para los ricos. En alguna ocasión lo visite con amigos escritores y suele ser muy cálido y de buen ambiente.
—Mesa once, reservación a nombre de la familia Prescott...—el hombre pasa a mi lado y le da todos los datos a una chica en la entrada del restaurante Palm Court.
—El resto de los comensales ya la esperan, sígame por favor, señorita. —la mujer es amable y después de dejar mi abrigo con el personal pasamos entre las mesas hasta una más alejada de las miradas
—Buenas noches. —saludo a los presentes
Veo a tres personas sentadas a la mesa.
Las caras me resultan familiares por las fotografías de los artículos.
Mark, con su presencia segura, me sonríe, cabello castaño claro, ojos verdes y facciones masculinas bien definidas, mientras que el otro sujeto, Nevan, a su derecha es imponente y serio, de facciones casi idénticas a su hermano solo que él tiene el pelo rubio cenizo, ojos verdes hipnóticos y un mentón endurecido. Hombres que desprenden belleza y masculinidad.
La otra persona es mujer se llama Emma, la secretaría de Mark, completa el grupo, pelinegra de mirada amenazante y con una expresión neutral, que apenas dejaba entrever sus pensamientos rondara los cuarenta años. Varios sitios creen que es la amante del castaño. Eso solo sería verdad si a él le gustan mayores.
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EL CONTRATO DEL PODER (COMPLETA)
Lãng mạnAria, una exitosa autora de novelas románticas, se encuentra en el epicentro de una controversia literaria. Su última obra maestra no fue bien recibida por todos debido a un final que dejó a los lectores divididos. Aria, luchando contra las críticas...