Aria, una exitosa autora de novelas románticas, se encuentra en el epicentro de una controversia literaria. Su última obra maestra no fue bien recibida por todos debido a un final que dejó a los lectores divididos. Aria, luchando contra las críticas...
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FEBRERO.
A un mes de iniciado el mandato de Nevan Eastman Prescott, el pueblo estadounidense atraviesa algunas crisis políticas.
Mucho se puso en juego desde antes de las elecciones ya que se pensó en lo grande y agotador que podrían llegar a ser las nuevas responsabilidades para él, es cierto, no carece de experiencia, pero tal vez no sea la suficiente para el cargo. El peso de una nación es duro.
Predomina que el presidente con su aura juvenil no por inmadurez si no por apremio a resolver los problemas que tiene la nación, está haciendo que al gabinete le cueste adaptarse a su forma de trabajo. En casi todos los sectores, departamentos, secretarías y demás divisiones gubernamentales, Nevan está reformando todo lo viejo por una política nueva.
Su ideología central, es si la sociedad ha evolucionado, todo lo demás también debe hacerlo.
Al paso de los días, los cambios se han ido volviendo más notorios, con ello también su agenda se ha vuelto demasiado apretada que apenas si le da tiempo de respirar, el tiempo que pasa dentro de la casa blanca es de treinta o cuarenta minutos y solo es para cambiar de ropa, darse un baño o medio comer.
Por ejemplo, esta mañana, él ha tomado un vuelo de última hora para resolver asuntos en Atlanta y era el día de una rueda de prensa al lado de la primera dama, ella esperaba poder verlo ya que en las últimas semanas solo se lo topado tres veces, una en el pasillo, dos cuando fueron a la cámara de senadores y con el resto del gabinete y tres para una sesión de fotos, en todas las ocasiones apenas si se dirigieron la palabra. Él se muestra ajeno y evasivo.
La primera dama ha pasado estos treinta días, atareada y a la vez sola, aunque la rodee todo un equipo y siempre haya gente con ella, no significa que esté acompañada. Trata de no concentrarse en todo lo negativo, pero resulta algo muy agotador no hacerlo. Se siente cada vez más sola.
Ahora casi toda su vida está controlada, ropa, comida, horario, visitas y hasta sus llamadas y mensajes, aunque no le revisan precisamente el celular, sabe que rastrean su ubicación y que si detectan algo anormal como acoso o amenazas todo se lo informaran a Nevan.
El papel de primera dama, si tiene responsabilidades y muchas actividades, pero la mayoría son dirigidas a la beneficencia y caridad y no como tal para hacer un cambio dentro de las políticas públicas, Nevan es quien lleva el mando en esa parte.
Al comienzo le costó entender cómo funcionaban las cosas, pero ahora se ha vuelto todo más fácil.
Durante los días que ya llevan dentro de la casa sus apariciones juntos han sido muy pocas y podrían contarlas con los dedos, por orden del presidente dentro de la residencia familiar solo hay acceso a un personal limitado de unas veinte personas, entre ellas se sintió cómoda en pedirle a él que trajera desde Colorado a Vania, Juls, Garret y Alonso, este último lo puso al frente de la cocina para estar seguros de los alimentos que consumen, con todos ellos la primera dama lleva una relación de más tiempo y saben de todo esto así que mantener las apariencias se vuelve muy sencillo.