Aria, una exitosa autora de novelas románticas, se encuentra en el epicentro de una controversia literaria. Su última obra maestra no fue bien recibida por todos debido a un final que dejó a los lectores divididos. Aria, luchando contra las críticas...
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Días atrás.
Las Vegas.
El volumen de la música es muy alto, hay mucha gente a nuestro alrededor, nos apachurran y empujan, pero eso no interesa.
Nevan baila muy bien a pesar de parecer ser un esnob intelectual tiene buen ritmo en el cuerpo. Sus manos no dejan de sostener mi cintura.
Cuando dijo que saldríamos nunca pensé que iríamos a un bar y menos por el cumpleaños de Luke, es un tipo que me cae bien desde que lo conocí en la base aérea y ha organizado una gran fiesta en su cumpleaños.
Arriba en la zona privada reservada había muchos ojos quisquillosos por eso le dije al rubio que bajáramos.
Por dios estamos en Las Vegas.
Que de algo valga estar aquí.
Tal vez mi creciente valor se debe a que ya tomé algunos chupitos de tequila y otros más de vodka o whisky, ya no lo recuerdo con claridad, solo sé que después yo tomé la iniciativa, lo jalé de la mano y lo arrastré para que bajáramos a la pista principal,
Y aquí estamos.
—Cuidado con cómo mueves esas caderas, primera dama... —su comentario me hace reír y le pasó los brazos por el cuello, de frente el iris verdoso de sus ojos es eclipsante
—¿Le afecta señor presidente? —en algo más que coqueteo le guiño un ojo y no duda en asentir
—Tú me afectas más de lo que quisiera...
Bajo las luces centelleantes de la bola disco y con el reflejo, esos iris van haciendo mella dentro de mi pecho, su nariz roza la mía con delicadeza, no da el paso, yo soy quien toma la decisión.
Al diablo todo.
Lo beso.
Pego mis labios a los suyos, al comienzo él se tensa, pero después reacciona y me estrecha más para profundizar el contacto de nuestros labios. Es una caricia natural y explosiva.
Yo no me quiero separar. Él tampoco quiere hacerlo.
* * *
—Tierra llamando a Aria ...Aria... —¿qué pasó?, Carajo, Dios, Lex truena los dedos enfrente de mi cara y salgo de la ensoñación, me aclaro la garganta —¿Te sientes bien?, estás sonrojada...
—Si, sí, claro, yo...—busco en un hueco de mi cabeza que decir —Tengo calor, es todo... —al menos hay un vaso de agua cerca y le doy un gran sorbo —Por cierto, tengo algo que hacer, te parece que terminemos esto después...
—Está bien
Carajo, hasta que Lex sale suelto todo el aire que llevó conteniendo.
<<Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas.>>