CAPÍTULO SESENTA Y CINCO

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La vida da giros inesperados

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La vida da giros inesperados.

En ocasiones se resumen a momentos fugaces y efímeros.

Momentos que tocan el alma.

MARZO.

Y así de la nada llegamos a momentos como este.

Los meses pasaron demasiado rápido.

Un tiempo en el que el futuro parecía difuso, lleno de incertidumbres, pero también de la promesa de algo grande y hermoso.

A medida que avanzaban los meses, el embarazo de la primera dama fue noticia mundial y se habló de ello por mucho tiempo.

El embarazo no solo trajo cambios físicos, en la primera dama sino también un cambio en el ritmo de sus vidas, como si el mundo a su alrededor hubiera desacelerado en anticipación de lo que estaba por venir.

Todo parecía rutinario hasta que, durante uno de los ultrasonidos, el médico hizo una pausa, sus ojos se fijaron en la pantalla, y con una sonrisa sorpresa dijo:

—Señor presidente y primera dama, tengo una noticia muy importante. Parece que no estamos esperando solo a un bebé...

—¿A qué se refiere?

—Son mellizos...tendrán 2 bebés

Aria y Nevan se miraron en ese instante, incrédulos, y luego se echaron a reír, una mezcla de nervios y felicidad.

Mellizos.

Vaya que todo podía dar giros inesperados.

Es como si la vida hubiera decidido que su viaje como padres sería doblemente emocionante.

Desde ese momento, todo cambió; las preparaciones, los nombres, las conversaciones sobre cómo sería tener dos vidas nuevas a su cuidado en lugar de una.

Hay que admitir que la pareja estuvo conmocionada durante un tiempo, la noticia realmente era fantástica, pero a la vez muy emocionante y sería una transformación trascendental en su vida.

Sin embargo, el embarazo, hasta entonces, parecía avanzar con normalidad.

Aria lidiaba con los típicos malestares matutinos, algunas noches de insomnio y una creciente sensación de expectativa, mientras Nevan, aunque envuelto en su trabajo como presidente, siempre encontraba el modo de estar presente, de sostenerla cuando lo necesitaba, de hacer que cada momento fuera lo más llevadero posible.

El presidente dedicó gran parte del tiempo a prepararse mentalmente para la llegada de sus hijos.

Contrataron a especialistas para ayudarlos con todo lo necesario, desde los mejores pediatras hasta un equipo de diseño que transformó una habitación de la casa blanca en un cuarto perfecto para dos recién nacidos.

EL CONTRATO DEL PODER (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora