—Todo preparado y en orden señora Eastman...—Lex sonrió burlona, tomo mi bolsa y abrió la puerta para poder bajar
<<Señora Eastman.>>
En la entrada de la casa ya esperaba Mark, Nevan y Soren, este último, Lex y mi cuñado no viajan con nosotros a Chicago, se vería muy extraño que nos acompañen y más cuando se supone que es un viaje familiar y donde Nevan conocerá a mis padres.
Los medios se volverían locos si supieran que nos casamos y él ni en pintura ha visto a mis padres, ¿quién demonios se casa sin antes haber conocido a la familia?, la respuesta, nosotros.
Seguro que hay más parejas alrededor del mundo que también lo han hecho.
Por primera vez desde que estamos juntos, Nevan y yo viajamos en la misma camioneta, Vico y otros seis guardias van con nosotros.
Llegar al aeropuerto no es tardado y enseguida ya estamos en nuestros asientos para despegar, para sorpresa mía Nevan no dejó que los seis guardias nos siguieran, solo Julio, otro hombre llamado Félix y Vico.
Viajar en el jet de Nevan hace los tiempos de traslado muchísimo más cortos, dos horas después y ya estamos descendiendo en el aeropuerto de Chicago.
Como ya es costumbre no descendemos por la zona comercial si no en un hangar privado propiedad de Nevan, obviamente él no quiere ser visto ni salir en más medios de comunicación, al menos por ahora. Saliendo hay dos camionetas último modelo, me sorprendo cuando Nevan sube al lugar del piloto y Vico abre la puerta para mí en el de copiloto.
—¿Tú vas a conducir? —no puedo evitar que me salga el tono de sorpresa para preguntarle al rubio
Este de lo más despreocupado asiente y se pone las gafas de sol —Ya sube, se hace tarde...
<<Señor, paciencia. Estos dos días serán más difíciles de lo que imagine>>
El GPS da la ruta corta a la villa de mis padres, una mezcla de ansiedad, estrés, nervios y todo lo negativo van haciendo de las suyas en cada célula de mi cuerpo. Por un aguijonazo de incomodidad me animo a hablar.
—Nevan, hay algunas cosas que debes saber y yo quiero que lo sepas porque...
—Calma...—su voz es serena, paramos en un semáforo —Está todo bajo control Aria
—Tu no conoces a mis padres Nevan y ellos...
—Elena Whitman, abogada jubilada, cincuenta y cinco años, mujer carismática y hogareña, Héctor Spencer, cincuenta y ocho años, coronel de la milicia, condecorado por su servicio en Afganistán, rudo y de temple serio... ¿algo más?
—Por supuesto que hay muchas cosas más...—se me escapa un suspiro muy pesado
—Solo hay que seguir la corriente, el uno del otro...
ESTÁS LEYENDO
EL CONTRATO DEL PODER (COMPLETA)
RomanceAria, una exitosa autora de novelas románticas, se encuentra en el epicentro de una controversia literaria. Su última obra maestra no fue bien recibida por todos debido a un final que dejó a los lectores divididos. Aria, luchando contra las críticas...