Aria, una exitosa autora de novelas románticas, se encuentra en el epicentro de una controversia literaria. Su última obra maestra no fue bien recibida por todos debido a un final que dejó a los lectores divididos. Aria, luchando contra las críticas...
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—Solo prométeme que vas a cuidarte Aria
—Claro, voy a estar bien
Subió a la camioneta y salió de la casa blanca.
Se va para siempre.
Que difícil ha sido despedirme de él y más de la forma en que se dieron las cosas.
MAYO.
Estoy a la entrada del portón trasero, el helipuerto de la casa blanca está justo enfrente de mí. Nevan sube los escalones del helicóptero que lo llevará al aeropuerto para abordar el Air Forcé One. Mark y Soren también van con él.
La gira durará más de dos semanas y será por varios países de Latinoamérica, como México, Colombia, Argentina, Perú y Costa Rica.
Yo me quedo aquí en Washington porque tengo muchísimas ocupaciones de las que me haré cargo en su ausencia, eventos donde él debía estar presente, pero por viajar no lo hará y otros tantos donde es mi responsabilidad.
De regreso a la casa blanca para empezar la rutina del día.
° ° °
El tiempo está pasando muy rápido.
Ya una semana que Nevan se fue, la casa blanca ha estado muy sola, en parte porque obviamente el presidente y todo su séquito no están.
Para colmo las pocas compañías que he podido tener como Estella, se enfermó y está en reposo, no ha venido, Lex si está conmigo, pero en las noches obvio se va a su casa. Por eso en las noches le he pedido a los chicos ya sea Julio o Mateo que siguen como mi seguridad personal, que se queden conmigo, vemos una película o me han enseñado a jugar póker, todo con tal de que me de sueño y no me encierre en la habitación con el molesto insomnio.
Muy dentro de mí no he querido decirle a nadie, pero el mejor día que he dormido es cuando paso lo de Nevan. Llevaba días sin conciliar el sueño de esa forma.
<<Hay Aria.>>
Hablando del rubio, en esta semana me ha mandado varios mensajes, de repente llega a llamar para preguntar cómo estoy y le "dio" la orden a la pobre señora Juls de que vigile mis comidas, debo tomar por lo menos tres todos los días. Ella me sigue a todos lados con tal de cumplir con esa parte.
Por ser sábado le pedí a Lex que me desocupara toda la mañana para poder escribir un rato y seguir avanzando en mi novela, ya contacte a una diseñadora gráfica que preparara bocetos para una portada y hará imágenes de referencia para mi libro.
Dejo un rato la computadora para bajar a la cocina por agua. En la barra está el periódico de esta mañana.
El titular y la enorme fotografía llaman mucho la atención.
