— ¿A que hora viene tu Sugar Daddy? — Preguntó el rubio limpiando el mesón de la cafetería donde atendía las órdenes.
— ¡N-no le digas así Dencchan! — Se sonrojó mientras cerraba las cortinas del pequeño local.
— Pero es la verdad. — Rió. — Es un millonario que quiere tu lindo trasero.
— ¡D-dencchan! — Definitivamente Izuku era demasiado adorable cuando se ponía en modo fresa. O sea, cuando toda su cara se sonrojaba.
Escucharon la campanilla de la puerta y ambos voltearon a ver quien había entrado.
— Hola Izu. — Era Tenya, el novio de Izuku.
Denki le llamaba "su sugar daddy" porque el peliazul contaba con veinticinco y su mejor amigo inocente solo tenía dieciséis.
Y solo había dos razones por las cuales Denki no llamaba a la policía. La primera, porque Izuku estaba emancipado y podía tomar sus propias decisiones legalmente, y la segunda, porque Tenya era como su chófer personal al tener auto.
— Hola amor. — Izuku le dió un pequeño beso en los labios a su pareja antes de abrazarla. — ¿Y-ya nos vamos a casa? — El mayor asintió sonriendo, pues hacía poco había convencido al pequeño de que se fuera a vivir con él.
— iuu, que asco. — Se quejó el rubio. — Iida, ¿Crees que antes de que te cenes a mi amigo puedas ir a dejarme a la casa de Shinso? — Preguntó sin vergüenza.
— Claro. — Contestó para seguir besando a su pequeño bebé.
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Izuku y Tenya estaban caminando por el centro comercial. La idea principal de Tenya era consentir a su pequeña pareja, pero este al parecer no tenía experiencia derrochando dinero.
— Dios, esto es muy caro amor. — Tenya miró el precio de la playera que le había gustado a Izuku, quizá era un tercio del precio de sus camisetas de uso diario.
— Izu, me ofenderé si no gastas más de cien dólares en una sola prenda. — Sí, estaban en Japón y el mayor gastaba en dólares, así de rico era.
El menor se sonrojó ante esas palabras. No estaba acostumbrado al lujo y que Tenya quisiera derrochar dinero en él lo hacía sentir avergonzado y tímido.
— Mira este está lindo, pruébatelo anda. — Le pasó un vestido a Izuku quien se lo probó y le encantó.
— ¡Mira amor! — Lo llamó para que lo viera girar en ese vestido rojo que tan bien le quedaba. Izuku sin dudas era como un niño adorable.
Todo iba bien hasta que el menor casi se desmaya al ver la etiqueta. — ¡Amor cuesta cuatrocientos dólares! ¿Estás loco?
— ¿Pero te gustó, no? Eso es lo que importa, Izu. — Dijo para luego besarlo.
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Consentido. || DekuBowl
Fanfiction────𝖲𝖾𝗋𝗂𝖾 𝖽𝖾 𝖮𝗇𝖾' 𝖲𝗁𝗈𝗋𝗍𝗌 𝗒 𝖾𝗇 𝖼𝖺𝖽𝖺 𝗎𝗇𝗈 𝖽𝖾 𝖾𝗅𝗅𝗈𝗌 𝖨𝗓𝗎𝗄𝗎 𝖾𝗌 𝗆𝖺𝗅𝖼𝗋𝗂𝖺𝖽𝗈 𝗒 𝖼𝗈𝗇𝗌𝖾𝗇𝗍𝗂𝖽𝗈 𝗉𝗈𝗋𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗌 𝗎𝗇𝖺 𝗆𝖺𝗌𝗂𝗍𝖺 𝖽𝖾 𝗍𝖾𝗋𝗇𝗎𝗋𝖺 𝗒 𝗇𝖾𝖼𝖾𝗌𝗂𝗍𝖺 𝖺𝗆𝗈𝗋 𝖽𝖾 𝗍𝗈𝖽𝗈𝗌 𝗉𝖺𝗋...