La vida del mafioso | ShigaDeku

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Tomura limpiaba sus manos llenas de sangre con su pañuelo

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Tomura limpiaba sus manos llenas de sangre con su pañuelo. Entró a su casa extrañamente silenciosa. El sol estaba ocultándose, era media tarde así que había llegado más temprano de lo usual.

Mientras se sentaba en el sofá por un momento, escuchó pequeños pies correr por las escaleras y sonrió.

— ¡Papá! —sus dos cachorros menores corrieron hasta el para abrazarlo. Makoto y Kaito de seis años, ambos eran alfas recién presentados.

— ¿Como están? —peguntó sonriente de ver a sus dos pequeños. No los veía tanto pues cuando se iba ellos aún no despertaban y cuando llegaba ya estaban dormidos.

— Bien, hemos estado cuidando de mamá todo el día. —comentó uno de los gemelos.

— Que bien, ¿Mami aún no se mejora? —cuestionó a lo que los niños negaron.

— Él escupió sangre otra vez. —una voz interrumpió la conversación. Tomura logró ver a otro de sus hijos, parado en el pasillo. El pequeño alfa llevaba unas tazas de té vacías. Con sus ocho años ayudaba bastante en la casa.

— Hola Osuke. —saludó a su cachorro. — Mamá se pondrá bien pronto, no se preocupen. —se levantó del sofá estirándose.

— Hikaru está con mamá. Le está ayudando a cambiar las sábanas porque se mancharon de sangre. —uno de sus hijos mayores, Kai, apareció.

Hikaru era el gemelo de Kai, ambos eran los de enmedio de los hijos de Tomura. Contaban con doce años, ambos alfas dominantes.

— ¿Y Ryō? —preguntó sobre su hijo menor, de cinco meses de nacido.

— Está dormido en su cuarto, Kenshi lo está vigilando. —mencionó Osuke nombrando a su hermano mayor alfa de dieciséis años. El primer hijo del matrimonio.

— Bien, que les parece si voy a ver a mamá un tiempo y luego salimos a jugar al patio, debemos aprovechar la tarde. —todos sus hijos se emocionaron con la idea y salieron al gran patio de la mansión.

Tomura subió las escaleras y entró a su cuarto, donde su esposo y omega se encontraba sentado en la cama. Expulsando sangre de su boca otra vez.

— ¡Bebé! —corrió donde su esposo para ayudarlo, ofreciéndole un pañuelo para limpiarse luego de terminar de toser. — Está bien, está bien.

— Tenko.. Alfa. —el pequeño omega se aferró a su alfa inhalando su aroma para lograr tranquilizarse.

— Tranquilo, estoy aquí. —se recostó en la cama para mimar a su omega un momento.

— Te extrañé.. —no se habían visto por casi una semana por el trabajo de Tomura. Ser el mejor mafioso de Japón le absorbía demasiado tiempo.

— Yo más, bebé. —acarició sus cabellos verdes. — ¿Cómo te has sentido? —preguntó preocupado.

Consentido. || DekuBowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora