•Embarazado. 「AiDeku」

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Embarazo masculino, en este universo es completamente normal que los hombres se embarazen gracias a una cirugía. Incluso si eres hombre y te embarazas te felicitan.

Lidiar con un embarazado no es fácil, más si el embarazado es tu pareja la cual mimas todo el tiempo.

— Shooooō.. — Llamó Izuku desde la habitación. No quería pararse y quería atención de su Alfa.

— ¿Que pasa Zuki? — Preguntó llegando de la sala de estar, sentándose en la cama.

— Quiero mimos. — Ordenó el embarazado.

— Zuki, estoy haciendo el almuerzo. ¿Puedes esperar un poco? Si quieres luego puedo pasar toda la tarde mimándote.  — Izuku frunció el ceño pero aún así habló.

— Bueno.. — Shōta se alegró, su pareja estaba siendo muy buena hoy. Normalmente ordenaría que le hiciera cariño ahí mismo con la excusa de que el lo había embarazado, que en parte era verdad, pero no estaba preparado para escuchar eso durante seis meses más.

Porque si, Izuku ya llevaba tres meses de embarazo. No se le notaba la panza, seguía delgado. Algo que muchas envidiarían. Pero el bebé era completamente sano y su cuerpo estaba bien, simplemente el niño no tenía ganas de abultarse aún.

Shōta volvió a la cocina y terminó de hacer el almuerzo, en ese caso eran para el un Ramen picante y para Izuku un Katsudon.

Otra cosa rara era que Izuku no había presentado ningún antojo. De hecho, no tenía ningún inconveniente que regularmente pasaban en los embarazos.

Simplemente se había vuelto mucho más perezoso y dormilón, sin contar que necesitaba la atención de su esposo todo el tiempo.

Puso todo en una bandeja y fue hasta la habitación. Donde Izuku estaba viendo un poco su teléfono.

— ¿Qué miras amor? — Preguntó curioso mientras dejaba el almuerzo en el escritorio que había. — Párate un poco para hacer la cama y así comemos y vemos la película que querías ¿sí? — Izuku asintió e hizo caso, se paró y se sentó en un pequeño sillón de la recámara.

—  Estaba viendo ropa de bebé. ¿Crees que será una niña o un niño? — Preguntó riendo, el ya sabía el género pero quería ver la reacción de su esposo.

— Quiero que sea una niña, ¿Te imaginas? Nuestra princesa.. aunque si es un niño lo amaré de todas formas. — Dijo con amor. — Ven aquí, vamos a comer. — Habló de nuevo.

— Y que dirías si te dijera que es un niño? — Preguntó jugetonamente.

— Pues.. — Iba a responder, pero antes se dió cuenta de la situación. — ¿¡Vamos a tener un niño?! — Gritó con felicidad.

Izuku solo asintió con lágrimas de felicidad. Shōta corrió hasta su marido para abrazarlo y besarlo. — No sabes como me haces tan feliz, Izuku. — Dijo completamente enamorado.

— Tú también Shōta. — Dijo Izuku y besó de vuelta a su novio y esposo.

— Tal vez es una señal de que tu eres y serás mi único príncipe. — Dijo riendo. Sabía que Izuku solo quería un hijo a pesar de ser económicamente estables para tener unos diez, pero respetaba las decisiones de su novio, después de todo el era el que soportaba el embarazo.

Izuku trabajaba en la empresa del modelaje. Al ser muy bello era requerido para todo, pero lo que más resaltaba de su agenda eran las pasarelas y los comerciales de ropa. Después de todo su escultural cuerpo merecía ser exhibido. Aunque también las ofertas de maquillaje y crema por su lechosa piel y espléndida cara no se quedaban atrás, ni hablar de las propagandas de Champú.

En cambio, Shōta era un gran empresario en el mundo de la tecnología. Era dueño de varias empresas famosas y siempre estaba invirtiendo en negocios ricos en dinero.

Sin dudas Deki Aizawa tendría una buena vida.

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— Dale viejo, préstame el auto, ¿Si? — Preguntó el adolescente de catorce años.

— No, Deki. La última vez que te lo presté lo dejaste lleno de aroma de Omegas y tu madre casi me pide el divorcio porque pensó que lo estaba engañando. — Dijo Shōta muy tranquilo mientras acomodaba sus lentes y leía el periódico.

— ¡Está vez no va a hacer así! — Se quejó. — Si me devolvieras el auto que me regaló mamá no te pediría prestado el tuyo. — Se quejó hechándose en el sillón.

— No se lo deberías prestar, papá, ayer se desveló. — Un Alfa de ocho años se asomó por la pared del salón.

— Tú cállate enano, nadie te preguntó. — Izuku se asomó por la cocina.

— Deki-Chan, no le hables así a tu hermano. — Regañó el Omega. — Y tú, Katski-Chan, no trates de persuadir a tu padre. — Apuntó a ambos con una cuchara de madera.

— ¡Mamii! ¡Kori me está molestando! — Gritó un niño de seis años llamado Kiru quien iba corriendo a refugiarse con su madre.

— ¡El me molestó primero! — Kori también corrió con su madre a explicar su versión.

— ¡Dale, viejo! ¡Préstame el auto! —

Un llanto de bebé se escuchó y la mirada de Izuku se oscureció.

Todos sudaron. — Todos ustedes quedan sin salir, Deki, no vas a esa fiesta. Tu, Katski, no vas a salir a jugar fútbol con tus amigos, y ustedes, Kori y Kiru, se quedan sin la XBOX. — Dijo Izuku sin una pizca de gracia. — Y ahora quiero que haya silencio absoluto, porque si no el castigo lo aplazo hasta la otra semana. — Dijo caminando hasta el cuarto del bebé.

Shōta suspiró viendo como todos sus hijos lo miraban con ojos de cachorro, tratando de convencerlo, lástima que el pelinegro tuviera muy poca resistencia a las peticiones de sus hijos.

— Ah.. Yo luego hablo con él, nadie está castigado. — Todos celebraron, abrazando al de lentes.

Aunque el Alfa lo único que podía ver era a su esposo cargando al bebé negando con la cabeza. Sin duda tendría que dormir en el sillón por algunos días.

 Sin duda tendría que dormir en el sillón por algunos días

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28/12/22

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Consentido. || DekuBowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora