— Zuzu.. Perdón por haberte traído, pero no tenía con quien encargarte y no puedo dejarte solo en casa, te puedes lastimar.. — Decía Shōta mientras conducía hacia la U.A.
— No hay problema, papi. — El adolescente de trece años iba en el asiento trasero jugando con su oso de peluche, pues su padre no le dejaba tener un celular aún.
— Quédate en la sala de profesores, ¿si? No quiero que alguno de mis tontos alumnos te vea. — Shōta estacionó su lujoso auto en el estacionamiento de profesores. — Ven, vamos. — Ofreció su mano y el adolescente la tomó.
Izuku tenía un leve retraso en su crecimiento, por ello a pesar de tener trece años parecía un niño de unos diez u once. Y es por esa razón que Shōta lo sobreprotegía tanto.
— ¡Aizawa! Trajiste al pequeño Izuku. — El menor corrió a abrazar a su tía favorita.
— ¡Tía Nemuri! — Kayama sentó al menor en sus piernas para acariciar su cabello. Ese niño realmente le alegraba sus días.
— Su niñera esta enferma y no conseguí a nadie que cuide de Zuzu, por eso lo traje. — Dejó la mochila de Izuku en su lugar del escritorio de profesores. — Tengo clase ahora. ¿Crees que puedas cuidar de Zuzu? — Preguntó agarrando algunos exámenes ya corregidos.
— ¡Obvio que si! Yo soy la más feliz por cuidar a esta ternurita. — Agarró los cachetes del niño para estrujarlos.
— Bien.. Me voy, me tocan tres horas con los de la 3-A. — Shōta se acercó al menor. — Adiós Zuzu, nos vemos en un rato. — El mayor le dió un beso en la frente al niño y este sonrió viendo a su papá irse.
— Tía Nemuri, ¿Qué vamos a hacer? — Preguntó el menor, ya que sabía que su tía no esperaría tres horas para devolver al pecoso con su padre.
— Me conoces tan bien, pequeño. — Rió la mayor. — Vamos, me toca clase con la 1-A. — Tomó de la mano al menor y ambos fueron hasta el salón designado.
Todos en la 1-A hablaban, aprovechando que su maestra Nemuri se estaba tardando para llegar al salón y hacer su clase de sexualidad.
— ¡Hola, hola chicos! — Saludó la maestra entrando por la puerta y llevando de la mano a Izuku quien tímidamente saludó agitando su mano.
Toda la clase había quedado en silencio ya que nadie conocía a ese pequeño niño de ojos saltones verdes.
— ¿¡Es su hijo, Midnight-Sensei!? — Preguntó Ashido, después de todo ella siempre quería saberlo todo.
— Jajaja, ojalá esta ternurita fuera mía, pero es demasiado tranquilo para ser mi hijo. Es el bebé de Aizawa. Vamos Izu, preséntate. — Le dió unas palmaditas en la espalda para animarlo.
— S-soy Izuku Midoriya y tengo trece. — Dijo con un tono de voz bajito.
— Es malditamente imposible que tengas trece años, pareces un puto feto. — Katsuki se sorprendió de la edad de ese bonito chico, parecía sin chistes un niño de unos diez años
El pecoso hizo un puchero. — ¡T-tengo trece, no me importa si me crees o no! — a todos les dió demasiada ternura ver como el peliverde se enfadaba.
— Me agrada. — Dijo Katsuki sonriendo. El mocoso tenía huevos para contestar, ya con eso se ganaba su aprobación.
Luego de la clase de sexualidad de Midnight, en la cual Izuku fue obligado a taparse los oídos, todos estaban alrededor del pecoso haciéndole preguntas.
Izuku estaba agobiado por tanta gente a su alrededor. Por lo cual solo se le ocurrió esconderse detrás del cenizo al cual le había respondido antes.
— Tsk. — Chasqueó la lengua el mayor, pero aún así escondió al menor detrás de él. — Extras de mierda, ¿no ven que lo asustan? — Preguntó enfadado.
— ¡No se vale, Blasky! ¿Porqué solo te presta atención a tí? — Se quejó el rubio con un rayo.
— A-ah. — El pequeño había jalado la camisa de Katsuki. Este miró abajo esperando a ver que iba a decir el menor. — ¿Puedes llevarme a la cafetería? Quiero encontrar a mi papá.. — Susurró.
— Bien, vamos. — Agarró bruscamente la mano del menor y lo llevó a rastras hasta afuera del salón.
Mientras caminaban Katsuki estaba detrás del menor, hacía de guardaespaldas del pequeño. Le había agarrado cariño en el poco tiempo que habían pasado juntos.
— Midoriya, sabes qu- — Denki había aparecido y estaba molestando al pequeño, Katsuki había notado la cara de incomodidad de Izuku.
— ¡Aléjate de él, maldito asaltacunas! — Gritó haciendo mini explosiones en su mano amenazando al rubio adolescente de dieciséis años.
Llegaron a la cafetería sanos y salvos. Por suerte, Shōta también estaba buscando a su hijo y cuando lo encontró se sintió aliviado de verlo bien.
— ¡Zuzu! — Gritó corriendo a abrazarlo al encontrar su distintiva cabellera verde entre toda la gente de la cafetería. — Ah.. No sé porqué te dejé con Kayama si sabía que no te iba a dejar en la sala de maestros. — Se regañó a si mismo.
— Kacchan me ayudó a encontrarte. — Señaló al cenizo. El apodo lo había creado mientras charlaban rumbo a la cafetería.
— Gracias Bakugō. — El cenizo asintió y se iba a ir algo triste, porque le había gustado la compañía del menor. — Oi, ¿Crees que puedas cuidar de Zuzu hoy? Te puedes saltar clases. — Katsuki aceptó de inmediato y sintió como el pequeño Deku, como lo había apodado, lo abrazaba con fuerza.
Shōta se dió cuenta que Katsuki era el mejor candidato para cuidar de su esmeralda ya que sabía que lo protegería. Al parecer el cenizo había adaptado una especie de comportamiento de "Hermano celoso sobreprotector" con Izuku, ya que el resto del día no dejó que nadie se acercara al pecoso.
E Izuku estaba feliz de tener un nuevo amigo. Sin dudas quería volver a pasar el día en la U.A.
¡Hola, hola! ¿Cómo están? ¡Primera actualización del año!
Lamento no actualizar, pero se me habían acabado las ideas. Pero gracias a las personitas que me ayudaron con ideas en mi tablero podré actualizar!
En especial este capítulo es para nusequeponerwe! Ocupé tu idea, muy buena y ¡gracias! Se que te gusta esta historia por ello hice primero tu idea. :D
Sin más que decir, adiós.
•01/01/24.
1010.
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Consentido. || DekuBowl
Fanfiction────𝖲𝖾𝗋𝗂𝖾 𝖽𝖾 𝖮𝗇𝖾' 𝖲𝗁𝗈𝗋𝗍𝗌 𝗒 𝖾𝗇 𝖼𝖺𝖽𝖺 𝗎𝗇𝗈 𝖽𝖾 𝖾𝗅𝗅𝗈𝗌 𝖨𝗓𝗎𝗄𝗎 𝖾𝗌 𝗆𝖺𝗅𝖼𝗋𝗂𝖺𝖽𝗈 𝗒 𝖼𝗈𝗇𝗌𝖾𝗇𝗍𝗂𝖽𝗈 𝗉𝗈𝗋𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗌 𝗎𝗇𝖺 𝗆𝖺𝗌𝗂𝗍𝖺 𝖽𝖾 𝗍𝖾𝗋𝗇𝗎𝗋𝖺 𝗒 𝗇𝖾𝖼𝖾𝗌𝗂𝗍𝖺 𝖺𝗆𝗈𝗋 𝖽𝖾 𝗍𝗈𝖽𝗈𝗌 𝗉𝖺𝗋...