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Izuku miraba nervioso la gran institución a la cual había sido transferido. Estaba tan feliz de que su esfuerzo había valido la pena.
Con timidez entró a la U.A, viendo todo tipo de koseis por los pasillos. Debía llegar a la oficina del director Nezu, pues quería algunas indicaciones para no perderse en ese laberinto de aulas y pasillos.
Y por andar mirando el lugar, chocó con alguien. Cerró sus ojos esperando el impacto pero nunca llegó.
— ¿Estás bien? Discúlpame. —una voz masculina hizo eco en sus oídos y abrió los ojos solo para ver a un chico grande, bastante grande sostenerlo por la cintura evitando su caída.
— S-sí.. perdóname, no ví por donde pasaba. —se disculpó sonrojado por las fuertes manos que aún lo sostenían a pesar de ya estar de pie.
— No te preocupes. —el extraño sonrió. — Soy Mirio Togata, un placer. —extendió su mano.
— Soy Midoriya Izuku. —Izuku apretó la gran mano. — ¿Sabes donde queda la oficina de Nezu? —preguntó algo apenado.
— ¡Claro! ¿Quieres que te acompañe? —le dijo al pequeño omega quien parecía nervioso aún.
— Ya lo acompaño yo, tintin. —el alfa rubio sintió una mano en su hombro, al girarse vió a Hitoshi, el chico de departamentos generales.
— ¡Toshi! —Izuku corrió a abrazar al alfa de cabello morado. Este sonrió y lo apretó contra su pecho, el omega era bastante enano.
— Hola Zuzu. —miró al contrario con seriedad. — Yo acompañaré a mi hermano, no te preocupes tintin.
Togata maldijo en su mente, pues con ese pesado alfa como hermano de ese bello omega iba a ser demasiado difícil acercarse.
Eso le gustaba.
...
Izuku había sido designado como asistente de los profesores, como aún le faltaban dos meses para terminar su año de escuela virtual, debían de esperar para poder inscribirlo en el departamento de soporte técnico, donde se centraría en ser un analista, ya que se habían enterado de sus grandes habilidades de análisis al mirar su cuaderno de análisis de héroes. Pero a penas terminara su penúltimo año de secundaria se inscribiría a la U.A.
El omega llevaba algunos documentos al aula 3-A, estaba concentrado en sus pequeñas labores.
Tocó la puerta con timidez, entró a los pocos segundos sintiendo las miradas de todos los estudiantes. — P-permiso.
Fue rápidamente al escritorio de present mic, el profesor presente en ese momento. — ¡Thank you, Midoriya!
— De nada, ¿Necesita algo más? —preguntó con amabilidad.
