¿Pretendientes? | TokoDeku, KiriDeku

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(Imaginen a Tokoyami en forma humana)

Izuku era un Omega de familia grande, vivía en una gran casa donde la mayoría de su familia vivía junta

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Izuku era un Omega de familia grande, vivía en una gran casa donde la mayoría de su familia vivía junta. Todos sus tíos, primos, hermanos.

Pero había un pequeño problema. Izuku era el único Omega de su familia.

Era un pequeño gran problema, ya que al ser de familia grande era como si fuera un famoso custodiado por muchos guardaespaldas.

Fumikage era su primo, y su mejor amigo. Era uno de los Enigmas de su familia y al parecer el que más sobreprotegido lo tenía. Ambos habían nacido con poco tiempo de diferencia, Fumikage era dos años mayor.

— ¡Fumichan, hora de levantarse! — Izuku con una sonrisa abrió las cortinas del cuarto que compartía con su primo. Este se escondió debajo de las sábanas.

— Uhg.. Cierra la boca Izu.. — Se removió en las sábanas. — Que ganas de arruinar un sábado levantándose temprano.

— Eres un amargado, Fumichan. — Dijo riendo. — Recuerda que hoy debo ir a recoger las frutas de los árboles, pero si quieres dormir puedo ir solo ¡Ya mamá me deja!

Fumikage abrió los ojos en grande levantándose de un salto. — ¡Ni hablar! Yo te acompaño. — Dijo. — Si llega a ir solo esos alfas que siempre lo andan buscando se lo comerán vivo, no lo permitiré.

Ambos bajaron a la cocina para agarrar algo de comer e irse a hacer lo que les tocaba ese día en el campo.

Izuku se metió un trozo de pan a la boca y Fumikage se tomó una taza de café negro bien cargado para poder soportar las energías del Omega.

— ¿Vas a ir solo a recoger las frutas, Zuzu? Si quieres te puedo acompañar. — Escucharon detrás de ellos, era Takami, pero le decían tío Hawks.

— No tío Hawks, Fumichan me va a acompañar. — Aseguró masticando la tostada mientras se ponía su sombrero de paja.

— Más te vale cuidarlo bien, grandulón. — Takami le desordenó el cabello al pelinegro que tenia cara de pocos amigos.

— Volveremos para comer. — Advirtió el Enigma. — Vamos Izu.

Ambos salieron y caminaron por el maizal un poco hasta llegar a donde sembraban los naranjos y los manzanos. Fumikage se sentó a la sombra de un árbol.

— De aquí te veo. — Rió un poco pues el había hecho su trabajo el día anterior y ese día le tocaba a Izuku.

El Omega tranquilamente recogía las manzanas que alcanzaba. Hasta que sintió una mirada y volteó detrás suyo.

— Hola pequeño. — Un Alfa pelirrojo vecino, le saludaba del otro lado de la valla que separaba ambos campos.

— Hola Kirishima-san. — Saludó con una sonrisa.

Consentido. || DekuBowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora