Cuando sepas de mí ~IzuJirou~

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S-si yo no te quería...

¿Por qué me siento así?

~

Mi corazón se negaba a los que mis ojos le mostraban.

Pero...

¿Por qué?...

Yo no te quería.

Yo olvidé lo que tuvimos alguna vez

Yo no te tenía aprecio en lo absoluto.

¿Por qué sentía un golpe terrible en el pecho al ver como envolvias a Uraraka entre tus brazos?

-Espera que le cuente a mamá!

-Buena idea Deku-kun yo haré lo mismo!

Ellos se veían tan bien juntos...

Supongo que así me hubiese visto yo a su lado si tan solo no me hubiera golpeado la cabeza...

-Jirou-san ¿Estás bien?

YaoMomo se dio cuenta al instante de que mi aura cambió. De que me quedé quieta y de que simplemente no podía dejar de mirarlos.

-No... V-vámonos YaoMomo...

Sin siquiera esperarla agarré mi maleta con mi traje y subí a uno de los buses que nos iban a llevar a la escuela.

Me senté al lado de la ventana y apoyé mi cabeza en ella pensando en como es que podía ser tan idiota.

-Jirou Jack!

Esa voz...

-Kaminari no estoy de humor ahora...

-Descuida no voy a molestarte... Sé que no la estás pasando bien con respecto a tu memoria, así que te traje esto a ver si recuerdas algo... Nos vemos!

Ese tonto solo me dejó una foto volteada y bajo del bus.

Cuando le di la vuelta me vi a mi misma en traje de animadora.

Me dio una vergüenza terrible porque se me veía demasiada piel, pero cuando la acerqué a mis ojos para verla mejor me di cuenta que en esa foto estaba en un sonrojo intenso mirando a Midoriya mientras el escribía en su libro de apuntes sobre héroes.

Mierda.

La cabeza me comenzó a estallar y lo único que pude es gritar.

Sentí claramente las punzadas que me daban e hice un puño con mi muñeca izquierda y la apreté contra mi cien pensando que me iba a bajar el dolor.

Pero no pasó para nada.

El dolor venia de forma intensa, pero mientras me dolía recordé algo de Midoriya.

Recordé que desde que lo vi el primer día de escuela le gustaba escribir en su libro de apuntes. Además que solía murmurar cosas y parecía un loco.

Me dio risa y al instante comencé a reír un poco es dándome cuenta que el dolor se me fue.

Limpié la lágrima que se me estaba cayendo por toda la risa en la que estaba y me di cuenta de una cosa.

Que Midoriya aparte de ser un dolor de cabeza por sus recuerdos.

También era el alivio que necesitaba...

Nos leemos en la próxima.