One-shots -- Universo de Percy Jackson

16- ❤️ Jason Grace

Narración: Omnisciente

Estilo: chica x chico

Pedido: @eva_bm5

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El palacio de Caden era precioso. Al ser la Diosa del fulgor interior, su hogar contenía una fachada modesta mientras por dentro brillaba como un montón de luceros en alta mar. Estaba escuchando música, como lo hacía todos los días, cuando notó un toque en su puerta. 

Caden no recordaba haber agendado una cita. Su mejor amiga Hebe le había mencionado que pasaría el día esparciendo juventud para los adultos amargados, y el viejo Helios dijo que iría a visitar a Nix y no podría verla. 

Bajó las escaleras de mármol con barandales de oro blanco, para llegar a la recepción con paredes de cuarzos claros y detalles en plata. Abrió la puerta. 

- Hola, Caden. 

- ¡Thalia! 

La joven Diosa se precipitó a abrazar a su vieja amiga. Era bien sabido por ella que Thalia no disfrutaba mucho de los abrazos, pero su lenguaje de amor era el contacto físico, así que Caden no podía evitarlo. 

- ¡Me alegra tanto verte! - le dijo cuando se separó - ¿Qué haces aquí en Olimpo? 

- Mi hermano y yo necesitamos ayuda... 

Caden se fijó detrás de ella, y en efecto, había un chico rubio con los mismos ojos azules que ella. Mientras Thalia usaba un atuendo punk y ella llevaba una túnica de color perla con accesorios brillantes y coloridos, el chico parecía muy casual, como si no encajara en todo aquello. Aún así, ella sintió una fuerza interior en él que muy pocos tenían. Cuando Caden detectaba este fulgor, su personalidad automáticamente se atraía a ellos, causando que fuesen nuevos y buenos amigos. Eso la puso de buen humor. 

- Tú debes ser Jason, Thalia me ha hablado mucho de ti. 

- Es un placer conocerla ... - respondió él mientras inclinaba la cabeza en forma de respeto. 

- No es necesario que hagas eso... - le aseguró -. Y por favor, háblame de tú. 

Caden los invitó a pasar a sus aposentos. Llegaron a una sala con balcón hacia las lujosas calles del Olimpo y con un fuego crepitante que volvía la estancia reconfortante. Se sentaron en sillones de seda mullidos y ella les ofreció té. 

- Díganme, ¿para qué soy buena? 

- Mi señora me envió en una misión de las montañas más altas en el suroeste - explicó Thalia -. Estamos teniendo problemas con unos anemoi thuellai, pues suelen ser muy orgullosos y no los hemos convencido de dejarnos entrar en su territorio para charlar con su amo. 

- Los espíritus del viento son muy difíciles de contentar - convino Caden asintiendo con la cabeza. 

- Sí - dijo Jason -. Necesitamos ganárnoslos para poder interactuar con su jefe y solucionar los asuntos de Artemisa. 

- Ahí es cuando entras tú - comentó Thalia -. Eres el único ser en esta tierra que a hecho reír a Dioniso, convencido de jugar captura la bandera a Nico, y planteado una amistad con Hera. No sé si es por tus dones, pero si hay alguien que puede empatizar con cualquier criatura, esa eres tú.