22- ⭐️ Cabaña siete

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Narración: Omnisciente

Estilo: Amistoso, familiar

Disclaimer: El arte NO es mío, pertenece a: zennobi333 (user de TikTok) 


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Cede: 18 de Agosto, 2009. Manhattan, Nueva York.


Fin de la Segunda Guerra Olímpica


- Despierta... Jane, arriba... 

- ... ¿eh?

Abrió los ojos. Poco queda decir que fue algo tortuoso. La luz de la enfermería la encandiló con todo su esplendor, y las ventanas abiertas de par en par no ayudaban. 

Sin embargo, se sintió aliviada. Estaba viva, tenía la oportunidad de vivir un día más. 

Se enderezó y vio a su hermano. 

- Will.

El rubio le sonrió. 

- Hola, pequeña. 

Solo un año mayor, y aún así, Will insistía en llamarla pequeña. Ambos estaban bañados en pequeños cortes y moretones. 

- ¿Qué sucedió? 

- Quedaste inconsciente en la última batalla - le informó mientras traía un paño húmedo para limpiar su rostro -, Kayla te encontró y protegió hasta el final. 

- ¿Dónde está? - preguntó poniéndose de pie.  

- Está afuera, acabamos de llegar todos en la van. Tal vez debas descansar... 

- No - dijo -. Quiero salir y verlos a todos. 

- Lo sé, Jane... Pero debes estar preparada porque... 

Al rubio se le fue la voz. 

- ¿Will? - inquirió su hermana sin comprender. 

- No todos... no todos estamos aquí... - soltó en un murmullo con la voz cortada; sus ojos estaban húmedos. 

- ...

Salió corriendo de la enfermería. 

Su hermano aclamaba su nombre detrás de ella, pero no se detuvo hasta que vio el pórtico con esplendor dorado frente a ella. 

"Número siete" rezaba el cartel del techo. 

En la puerta estaban sus demás hermanastros. 

- Jane... - Austin corrió a abrazarla. 

- Nos alegra que estes bien - se unió Kayla al abrazo. 

Jane se fijó en que ellos no lucían un mejor aspecto que ella. Debieron entender su expresión, pues los chicos la sacaron del ensimismamiento. 

- Eso no es nada - comentó Jerry llegando por su espalda -, yo no tengo un brazo. 

Con preocupación, la chica confirmó lo que el moreno decía. En la extremidad izquierda, Jerry tenía un muñón de vendas a partir del codo. 

- Los chicos de Hefesto me harán uno nuevo - dijo con una sonrisa atrevida. El siempre veía el lado bueno de las cosas. 

- Me alegro - respondió con genuinidad Jane -. ¿Y los demás?

Hubo un silencio sepulcral. En el campamento no había más movimiento que los pájaros pasajeros que hacían paradas en las mesas y los bellos jardines. Todos los semidioses debían estar encerrados en su cabañas, lidiando con sus propios problemas. Nadie respondió su pregunta. Will llegó con ellos, subiendo las escaleras del pórtico y observándolos con pesar. 

- Tarde o temprano tenemos que entrar. 

Fue Jerry quien se atrevió a abrir la puerta. Jane entró primero e inmediatamente su llanto acumulado relució. 

Nadie los esperaba adentro. 



Tal vez el unicornio de peluche de la joven Tracy les traería confort. 


La cama de Michael, destendida como siempre, podría mantener el fantasma de sus risas y órdenes. 


El ukelele de Yan estaba recargado contra la pared, justo al lado del toca discos de Isla. 


La colección de vinilos de Iván se encontraba ordenada, a comparación de su baúl de ropa a medio abrir. 


Las botas vaqueras de Ingrid no volverían a repitequear por el lugar. 


Las flechas pulidas y pintadas con colores brillantes de Xavi ya no harían tropezar a quien no las viese en el piso. 


El libro de Sandra estaba abierto de par en par en su cama, pues no había encontrado su separador y esperaba volver de la batalla para continuar con su novela. 



Las emociones los consumieron y los hijos de Apolo se volvieron un mar de lágrimas con los recuerdos privilegiados que se cernieron en la cabaña. ¿Quién tendría el corazón para mover sus cosas? Jane sintió la melancolía y el desasosiego de perder a tantos como un balde de agua fría que le ahogaba los pulmones. 

La cabaña siete durmió esa noche en sacos de dormir esparcidos por la fogata, postergando lo inevitable. 


"La cabaña de Apolo era una de las más pobladas en el campamento. Lastimosamente, fue una con las mayores pérdidas." 

One-shots -- Universo de Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora