One-shots -- Universo de Percy Jackson

19- ❇️❤️⭕️ Leo Valdez (pt.1/3)

Narración: Punto de vista de Leo

Estilo: Chica x Chico

Pedido: Anónimo 

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Jason se detuvo en medio del corredor. 

- Bro, ¿qué tienes? - inquirí. 

- Tal vez sea mejor llegar a química por el otro camino... - contestó mientras regresaba en sus pasos. 

- ¿De qué hablas? - le incriminé. - ¡Ese tramo rodea todo el campus! No voy a caminar tanto... 

Reanudé mi tarea por el pasillo mientras Jason se resignaba a seguirme, cuando me topé con la razón del nerviosismo de el rubio. 

Olive Tólmi. 

Llevaba uno de sus tantos vestidos floreados que amaba usar y el cabello oscuro estaba atado en una coleta con un lazo de seda blanco. Sus sandalias complementaban el atuendo fresco y las mejillas con rubor resaltaban sus facciones bronceadas y los ojos negros. 

Hicimos contacto visual, y la sonrisa de la chica se desvaneció. 

Jason había insistido en tomar otro camino para que no nos cruzáramos con ella porque sabía de nuestra rivalidad. 

- Hola, Olive - saludó mi amigo. Ellos se llevaban particularmente bien, pero nosotros éramos otro caso. 

- Hola, Jay - respondió afable. - Pipes te estaba buscando, creo que ella ya llegó a Química. 

- Ah, gracias. Me adelantaré a buscarla. 

Y con eso, el rubio desapareció. ¿Cómo se atrevía a abandonarme? ¿No se supone que amistad es amigo? 

- Vi que te inscribiste a la competencia - me soltó con amargura. 

- Sí, mi preciosa Olive - la molesté. Sabía que odiaba los apodos lindos que le daba. 

Ella se enderezó y abrazó los libros que llevaba en el pecho. 

- Pues tal vez sea una pérdida de tiempo, Valdez - dijo -. Estoy dispuesta a hacer lo que sea con tal de ganar, y me parece que mis ideas son lo suficientemente encantadoras como para lograrlo. 

Todos los años, el maestro Jeffries de robótica elaboraba una competencia para los alumnos de último grado de preparatoria. El concurso era simple: construye el mejor robot de la clase, y gana una fotografía en la pared del orgullo frente a la entrada. Solo los mejores alumnos en cada arte, clase y deporte ocupaban el lugar, y era todo un privilegio. 

Eso, y además daban un pase de cafetería para todo un año con el propósito de no tener que formarse en el recreo. 

La verdad, yo me metí a la competencia por el segundo premio. 

- Piensa lo que quieras, bonita. Estoy seguro de que la competencia es mía. 

- No lo creo. Yo ganaré el primer y único lugar. Pero quien sabe, tal vez te dejen un pase para el baño como premio de consolación. 

Su perfume se quedó en mi nariz cuando pasó a un lado mío hacia su siguiente clase. Lo conocía muy bien: vainilla. 

Reprimí las ganas de lanzarle un cuaderno a la presumida y corrí hacia química para no llegar tarde.