Un caos desastroso

Cap 13. Saltando por Matías

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ROBÍN NIAN

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_¿Te gustan más las mujeres o los hombres?

_Mujeres_ Respondí rápidamente logrando que Matías abriera los ojos y sacudiera la cabeza con confusión.

_¿Más experiencia con hombres o mujeres?

Sólo nos miramos fijamente y él respondió la pregunta por mí.

_Otra vez, gay_ Solté al ver los resultados de ese test de sexualidad_ Esto solo es así porque no he estado con chicas.

_Di lo que quieras, los porcentajes no mienten_ Me dio un beso en la mejilla y yo levanté el rostro para verlo indignado.

¿Qué importa si soy gay, bisexual o lo que sea? De todas formas, me voy a quedar con Matías.

_Hagamos otra vez el test_ Le pedí viéndolo sonreír.

Lo observé preparando una maleta con curiosidad y metiendo condones en cajas de galletas.

_¿A dónde vamos?_ Pregunté rondando a su alrededor.

_¿Cómo sabes que tú también vienes?

_Por los condones_ Me callé de inmediato quedándome frio al recibir un balde de fría realidad que avecinaba que sería destruido por la cosota de Matías en alguna salida que aún no conocía.

_Así es, eres del dueño de mi pene.

Revivió el romanticismo.

_Cállate_ Me cubrí los oídos y aun así su frasecita se repitió en mi cabeza por un largo tiempo.

_Vamos a una fiesta_ Tiró las galletas en la cama y metió más condones. Toda la situación se veía muy ilegal o extraña al verlo tan tranquilo.

_¿Por qué los llevas en cajas de galletas?

_Así caben más_ Soltó una pequeña carcajada casi malévola y me di cuenta de lo rarito que era Matías.

De nada le sirve llevar tantos cuando solo lo dejaré usar 3.

Salí del baño y encontré la ropa que Matías me había comprado, pero mi calzoncillo no estaba.

Maldito novio.

_Un hechicero lo hizo_ Soltó Matías cuando me vio salir enojado de la habitación.

_Sí, claro. Eso es muy creíble.

Miró su reloj y caminó hacia mi barriéndome con su mirada y besándome muy emocionado.

La fiesta era en un hotel de lujo, los empleados nos dieron una reverencia al entrar dejando ver la amabilidad del servicio.

Las personas básicamente saltaron sobre Matías tan pronto y como entramos casi sacándome de su lado.

_¡Feliz cumpleaños!_ Un chico le dio un abrazo a Matías y yo sólo me pregunté si era alguno de sus miles de exs que aún no conocía, pensando lo mismo con los demás chicos.

¿Es el cumpleaños de Matías?

Y además de que no lo sabía, no tengo nada para darle.

¿Le gustaría un chicle medio mordido?

Espero que sí, porque es lo único que tengo en mis bolsillos.

_Estos son mis amigos_ Matías me mostró a los chicos que solía ver en los vestidores o los partidos.