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MATÍAS LOREN
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Robín me toma del pie y me suplica con las mejillas rojas y sus ojos hinchados por el tiempo que lleva llorando, el maquillaje está regado en su rostro y el culpable de su dolor se refleja en sus ojos.
Y para colmo me veía horrible.
Era un cumulo de bultos, moretones, chichones y sangre, pero en sus ojos no había horror ni mucho menos asco, podría decir que este chico me ama y su forma de verme me decía que mucho, no recordaba que nadie me haya visto así y por eso pensé «oh, es la mirada de un amante, Robín me ama».
—Devuélveme el cuchillo —murmura.
—¿Para que vuelvas a intentar esa estupidez? —contestó viendo la herida en su cuello.
—No quiero que mueras.
Logré frenar el ataque en su garganta, pero peleó conmigo hasta el punto de rasgar mis brazos rogándome que lo dejará terminar, verlo intentar morir era todo mi culpa, si yo no me hubiese empeñado por convertir mis fantasías en realidad, si lo hubiese dejado vivir una vida en la que yo no estuviera incluido, habría sido más feliz y lo mejor de todo, estaría seguro.
Temó que se haga daño, no quiero perderlo y aunque sé que él tampoco quiere que lo dejé de este modo, no puedo evitar ser egoísta hasta el final e irme sabiendo que sufrirá con mi partida solo porque no quiero que se ensucie las manos por mi culpa.
—¡Matías! —grita, desesperado y al escuchar los pasos desde atrás lo comprendo.
Pum...
Pum..
Dos disparos.
Sentí un dolor agudo y profundo que se extendía como si un gusano llenó de púas hirvientes se deslizara por mi estómago quemándome y rompiendo mi interior de una forma dolorosa.
Pero al darme la vuelta y ver un cuerpo en el suelo que no era mío, lo supe.
La conexión entre gemelos es muy fuerte, claramente sentí el dolor y mientras me apresuró en su dirección, todos los recuerdos me inundan sin control como si viera un tráiler de nuestra vida juntos, una punzada me golpea con fuerza hasta el punto en el que tengo que sujetar la parte que duele rogando que el dolor se quedé conmigo y dejé a Mateo.
—Te dije que se iban a tardar —murmura débilmente.
—Y yo que me esperarás afuera —tomó su mano y me desmoronó por completo a llorar junto a su cuerpo que pierde la calidez. No me atrevo a ver la sangre.
—Tenía un mal presentimiento y mira que no me equivoqué. No llores, soy tu hermano mayor —su respiración se vuelve pesada—. Cuando salíamos a hacer locuras, siempre pensaba que como hermano mayor tenía que sacrificarme si pasaba algo, esto no es nuevo para mí ya lo había decidido desde que te convertiste en mi hermanito.
Lo veo tan calmado que me enfada.
—No digas tonterías Mateo, sé que te gusta ese amiguito de Robín y Rafa necesita que le dejes en claro que no te gusta —le veo asustarse y sonrió al ver que ya no se muestra tan entregado a irse como hace unos segundos— ¿Cuándo papá despierte no estarás para recibirlo?
—Mateo, tú —Robín se acerca y se desmaya a su lado.
Está vez parece un desmayo real.
—Y me falta que este gu... novio tan curioso que tienes me perdone —se ríe y se detiene de inmediato quejándose.
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Un caos desastroso
Science FictionRobín Nian es molestado por sus compañeros de universidad, cansado decide vengarse de ellos suscribiéndolos a revistas gays y subiendo su información en internet. Todo marchaba según sus planes hasta que un extraño comienza a dejar notas en su casil...