capítulo seis

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Taehyung caminaba con tranquilidad, llevando únicamente su bolso colgado en su hombro, ya que fue lo único que Jungkook le permitió cargar.

El mencionado iba a su lado caminando, llevando un bolso más grande, mientras que atrás de ellos iban un par de hombres con más maletas. Jungkook caminaba como si el fuera el dueño del lugar, claro que Tae no se sorprendería si lo fuera realmente, pero lo que más le ponía el corazón a mil, era que su mano estaba sujeta por una de las del azabache, mientras este le miraba de vez en cuando, sonriéndole de forma sincera y feliz.

Jungkook fue el más feliz cuando Taehyung acepto ir con él al viaje, luego de darle una gran noche, una donde sus piernas quedaron entumecidas y su trasero sensible, Jungkook se encargo de cuidarlo en lo que quedaba de la noche y la siguiente mañana, para luego encargarse de organizar todo por Taehyung, equipaje, avisar a su trabajo, organizar su casa y dejar quien se encargue de ella, se encargo de bañarlo con cuidado, vestirlo y consentirlo.

Taehyung era un pobre humano, uno que estaba siendo seducido por un hombre con estereotipos de ensueños.

– ¿estas cansado, cariño? –cuestiono Jungkook mientras se detenía por un momento, causando que los hombres atrás de ellos se detuvieran al instante.

Taehyung sonrió, con su pulgar acaricio la mano del contrario mientras negaba con la cabeza.

– no, descuida.

– ¿hambre?

– no.

– ¿sueño?

– no.

– ¿sed?

– siento que buscas excusas para cargarme como un bebé –dijo divertido— estoy bien Jungkook descuida, vamos al avión, ¿a qué hora esta programado el vuelo?

– a la que desees.

Taehyung se detuvo en seco, volteándolo a ver sin entender, levanto una ceja en su dirección.

– ¿a la hora que yo desee? –el azabache asintió él se rio— vamos Jungkook, a qué hora sale el vuelo? Lo debe decir en la tarjeta de embarque, dámela.

Jungkook abrió un poco los ojos sorprendido, luego sonrió algo divertido más no burlesco.

Su mano subió y acaricio la mejilla del contrario con delicadeza, acercándose para besarle delicadamente la frente.

– mi adorado tesoro, no iremos en un avión comercial, si no en uno privado –dijo, logrando que Taehyung levantara un poco sus cejas sorprendido— lamento no haberlo aclarado, fue mi error.

– ¿tienes un avión privado?

– tengo cinco.

– ...

Un pequeño silencio se instalo en el lugar, ambos se observaron unos momentos hasta que el castaño soltó una pequeña carcajada, tratando de disimularla, realmente Jungkook no dejaría de atraerle, no por sus posesiones materiales, si no por la forma en que habla como si no fueran nada, mientras tanto lo mira a él como si fuera todo.

Porque vamos, cualquier tipo corriente estaría jactándose de forma presumida y ridícula el como tiene dinero y puede darse tantos lujos, tratando de impresionarle con todo, tratando de comprarlo y atraerlo con dinero.

Mientras que Jungkook esta preocupado de pensar si él se sentirá lo suficientemente cómodo en el avión, y que, si lo deseaba, podrían tomar uno comercial para su propia comodidad.

– o también si quieres podríamos-

Un beso fue dejado en los labios del hombre más alto, mientras que el castaño estaba parado de puntitas para alcanzar estos.

Trato -kooktae-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora