capítulo veintiuno

5.8K 514 218
                                    

Pasaron los días, los señores Jeon fueron a verlo junto a Baekhyun, todos preocupados por la estadía de Taehyung en el hospital. Se calmaron cuando se les explico con pocos detalles lo que había sucedido, Taehyung no pudo evitar sentirse conmovido cuando la señora Jeon se ofreció a cuidarlo cuando él vuelva a pasar por algo así.

Taehyung se recuperó con éxito, teniendo más fuerza en su cuerpo, y balanceando sus defensar perfectamente, pudo superar esos horribles días sin más dolor, claro, también aceptando todos los cuidados que Jungkook le daba, ayudándolo a ducharse, dándole masajes, alimentándolo, incluso arrullándolo.

Además, el tiempo que estuvo en el hospital fue suficiente como para que la señora Jeon pudiera tener leves conversaciones sobre la dichosa fiesta de bienvenida. Ambos llegaron a un acuerdo de que no querían algo realmente grande, pero si algo significativo, un nuevo miembro en la familia principal era una gran noticia, pero la pareja de líder de la roja era historia, y se conmemoraría a Taehyung adecuadamente.

Para cuando fue hora de volver a casa, ambos decidieron volver al palacio, Jungkook quiso incluir más a Taehyung en su hogar para que en un futuro este mismo lo aceptara como tal. Taehyung seria amo y señor, tenia una autoridad que aun no llegaba a comprender del todo, entre todo, que dentro de ese palacio él podría hacer y deshacer a su antojo.

Pocos días pasaron, llenos de planificación y adaptación por parte de Taehyung al palacio, fue presentado oficialmente ante todo el personal de la mansión, recibiendo el respeto y la autoridad que su sola presencia representaba.

Hubo ojos asombrados, curiosos, felices y envidiosos.

Claro que alguien de su porte causaría impacto, no es que él no fuera conocido ya de todos modos, nadie podría jugar la carta de no tener una buena posición social porque Taehyung, a pesar de que no al nivel del pelinegro, tenía bastante dinero, una reputación respetable y un patrimonio que mucha gente realmente esforzada podría conseguir en dos generaciones completas.

Él portaba un rubí en su mano como promesa, pero él mismo era la joya más impresionante, y quienes no lo vieran, su ojo critico simplemente era muy barato.

— señor Kim —Taehyung volteó al oír los toques en la puerta, viendo como un chico joven, parte del servicio estaba ahí— el señor Jeon pide verlo, se encuentra en su oficina.

Taehyung asintió, yéndose no sin antes agradecerle al chico, Taehyung vestía ropas finas, al igual que pocas joyas adornaban su cuerpo. Su porte, su seriedad, su sola presencia deslumbraban poder y clase, por lo que no había persona en esa casa, que no bajara la cabeza ante él.

Incluso si algunos no estaban de acuerdo o felices con su presencia, no podían evitar seguir las reglas o simplemente actuar como debían.

— Kook... —dijo, anunciando su presencia, sonriendo cuando el hombre frente al escritorio levanto su vista hacia él— ¿me llamabas?

Jungkook sonrió, quitando sus lentes, dejando los documentos en el escritorio, se levanto en seguida en cuanto vio a su chico entrar. Comenzó a caminar hacia él, tomando desde su cintura, besándolo con cariño y algo de desesperación después de no haberlo visto en todo el día.

— ¿Por qué cuando llegaste no viniste a mí? —cuestiono el mayor, aun manteniendo sus brazos alrededor de su chico.

— estaban ocupado, además necesitaba revisar unos expedientes, desde que volví al hospital he tenido más responsabilidades.

— pero me descuidas a mí ¿no sientes culpa de eso?

Taehyung no pudo evitar soltar una carcajada al ver la expresión fingida del contrario, donde trataba de demostrarse triste y abatido, expresión que cambio a penas los labios de Taehyung volvieron a posarse en los suyos.

Trato -kooktae-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora