capítulo treinta y cuatro

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Las sábanas estaban enredadas y esparcidas, entre la cama, el piso y entre sus cuerpos, el sudor bajaba como perlas por ambas pieles, y el sonido que, hacía eco en la habitación, era de sus respiraciones agitadas y jadeos incontrolables.

Las piernas del castaño temblaban sin poder este controlarlas, no ayudaba que el hombre de cabello oscuro siguiera sobre él y dentro de él. Ambos controlando y calmando su respiración, viéndose a los ojos a pesar de que de sus bocas no ha salido nada que no fueran gemidos ni jadeos de placer y dolor. Ambos estaban en una burbuja de calidez, intensidad y sentimientos, estos últimos completamente expuestos, al contrario.

Jungkook tenía sus ojos dilatados y brillantes mientras miraba de forma emblemática a su Taehyung, su prometido, quien lo observaba con pequeñas lágrimas en sus ojos, su boca estaba abierta y sus labios brillantes, su cabello estaba alborotado y parte de él caía sobre su frente, sus hermosos ojos estaban siendo levemente iluminados por la poca luz que comenzaba a entrar por la ventana de la habitación. Era tan hermoso.

— jamás podre tener suficiente de ti —susurro Jungkook mientras dejaba un beso en la frente sudada de su chico, a pesar de que su respiración era agitada y sus músculos se sentía entumecidos, seguía sosteniéndose por los codos para no aplastar por completo a su chico. —¿estas bien?

Taehyung sonrió de forma débil y cansada, levanto su mano, llevando a la nuca de Jungkook para atraerlo y darle un pequeño, pero profundo beso. Sus frentes se juntaron y el calor se hizo más intenso.

— estoy más que bien, tengo a mi prometido conmigo ¿Cómo no podría estar bien?

El menor gimió de forma baja y ahogada en cuanto sintió el miembro; aun en su interior, moverse levemente, completamente erecto.

Jungkook lo veía con una sonrisa socarrona— creo que no eres consciente de lo que tus palabras le hacen a un hombre débil como yo.

— pareces animal en celo —trato de regañarlo, pero solo pudo cerrar los ojos y dejar salir un suspiro a través de sus labios en cuanto sintió una corta embestida.

— eres tan receptivo cariño... me encantas. —dijo, para luego robarle un profundo beso mientras sus caderas volvían a hacer de las suyas.

Estaba consciente de que su chico ya no tenía la suficiente fuerza para continuar, por lo que él tomo todo el trabajo, meciendo sus caderas de forma provocativamente lenta, logran que Taehyung sintiera todo el tamaño, el grosor y la forma tan única en que solo él podía hacerlo sentir.

— dime cariño... —comenzó a hablar mientras su miembro entraba y salía de su chico lentamente, provocándolo con maldad— ¿Dónde quisieras que tuviéramos nuestra luna de miel? ¿o como imaginas nuestra boda?

Taehyung gimió por los besos y lamidas que eran repartidos en su cuello— ¿d-de que está hablando justo en este momento? Mmg...

Jungkook sonrió, levantándose levemente, tomando las piernas de su chico, abriéndolas lo más posible, llevando su vista directamente a donde estaba la unión de su cuerpo, era tan vulgar y sensual para el pelinegro, ver como el agujero de su prometido lo apretaba con tanto esmero a pesar de que el castaño estaba casi sin fuerzas.

Pero su vista fue interrumpida cruelmente por las manos contrarias.

— n-no mires tanto...

Taehyung no pudo evitar abrir los ojos de sorpresa en cuanto sintió sus manos siendo brutamente apresadas sobre su cabeza. Su vista, la cual reflejaba confusión y desconcierto, fue directamente al hombre sonriente sobre él.

Trato -kooktae-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora