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El joven niño miraba con suma atención hacia arriba, en su cabeza había imaginado incontables veces el como seria aquel demonio a quien estaría llamando con este ritual.

Según los libros sería una abominación enorme, con cabeza de cabrá, pezuñas de cordero y pese a su cuerpo de hombre tendría una enormes y terroríficas alas de demonio; sin embargo toda esa aura terrorífica no está por ningún lado con este ser que había aparecido frente a él.

Si, era alto, pero quizás porque estaba ayudándose a verse de esa manera volando con ayuda de sus alas. Que si bien no eran para nada aterradoras, eran imponentes y eran tres en cada costado.
No tenía ninguna característica animal, su piel era de un blanco puro que hacía parecer que el estaba brillando, usaba túnica blanca y tenía detalles dorados al final de la prenda; El ser lo miraba sonriente y con unos ojos azules muy interesados en su reacción.

— Hola pequeño, ¿que haces?— Le hablo el ser brillante. Sin embargo el niño seguía atónito por lo que estaba viendo ante el.
Su voz era muy amigable, no tenían referencia para compararla con otra voz, era casi como si fuera un canto dulce.

— Tu ... tu no pareces un demonio.— Se atrevió a decir el joven niño llevándose una mano a su cabello y jalandolo levemente.

— Me temo que no, ni si quiera se que es un demonio.—

— Espera ... ¿me estas diciendo que no existen los demonios?– El niño se levanta del suelo y se da cuenta que el ser frente a él está casi de su mismo tamaño, impresionandolo un poco y ayudándolo más a verlo más extraño.– ¿No hay demonios que hacen favores a los seres humanos?, ¿no existe un ser poderoso demoníaco, que se come las almas de los seres vivos, que masacre a la gente y los hace sufrir?—

— ¡Oh cielos, espero que no!— El ser se aterra y se abraza así mismo.— Espero nunca toparme con uno.—

— Entonces ... yo hice esto para nada.— El niño dijo en voz baja notoriamente enojado. El ser miró hacia atrás de él notando un cuerpo recién mutilado esparcido en el suelo.

Por su gran susto este se alzó un poco en el aire viendo la escena de mejor manera, si bien el cuerpo de aquel hombre estaba cortado de cada extremidad y tirado en el suelo, se veía que las piezas humanas y la sangre dibujaban algo parecido a una estrella.

— ¡Qué terrible!, ¿que paso aquí?—

— Lo mate ...—

— ¿¡Tu!?– El ser se ve aun más aterrado y lleva sus manos a su baca cubriéndolo por su impacto.– Pero eres solo un niño...—

— Y el era mi padre, pero más que su hijo era una clase de propiedad para el.—

— ¿Era un mal padre?—

— Era un mal amo ...— El ser miró al niño y este pese a su rostro inexpresivo podía ver en sus ojos una enorme tristeza. Si no fuera por la sangre que tenía en las manos y en el rostro el ser quisiera abrazarlo pues en verdad se ve muy afligido.

— Me llamo Lucifer, ¿que hay de ti pequeño?— El recién presentado ser llamado Lucifer, se acercó al niño acomodando uno de los mechones cafés que el menor tenia revueltos y un poco bañados en sudor.

— Me llamo Alastor Campbell.— El niño si bien estaba decepcionado de que su plan no había funcionado. Al menos esta interesado en saber más de este nuevo ser que se había aparecido frente a él.

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demonio equivocado - RadioAppleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora