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La estadía en el hospital tenía contemplado de que durará poco tiempo, pese a que le habían dicho que corría riesgo de haber sufrido fractura de costillas debido al impacto de la onda explosiva a Alastor lo único que le importaba era que debía buscar rápidamente a Lucifer. Tenía la dirección a medias pero no importaba aquello pues pensaba que una vez estuviera ahí podría ubicarse.

Estaba sentado en una cama de hospital que le abrían brindado, no tenía puesta su camisa ya que una enfermera le había colocado un vendaje alrededor de su pecho y hombros para curar los cortes qué tenía. La joven aún que había actuado por vocación y también amabilidad al ofrecerle algo de fruta qué trajo en una canasta Alastor la ignoro completamente dejando sus ojos clavados en la canasta de fruta que le habían dejado a un costado de el en la cama.

Y como no ver directamente aquellas frutas, entre los múltiples plátanos, cerezas y naranjas sobresalian dos manzanas. Tomo una entre manos recordando las mejillas rosadas de Lucifer qué se le hacían cada qué sonreía; Pensar en el aun que le generaba angustia era una buena manera de ignorar su tristeza por la muerte de Rosie, había pasado todo tan rápido que apenas estaba tratando de digerirlo.
Por las noticias de la radio se entero que entre los escombros se habían encontrado sus pertenencias, tanto de Rosie, Lucifer y de él mismo. Habían confirmado la muerte tanto de su amiga como la de otras 3 personas, la policía decía que se podría tratar de un ajuste de cuentas aun que de igual manera tomo los anteriores casos de homicidios (que había provocado el igualmente) como si el mismo perpetador estuviera detrás de que este terrible suceso.

Probablemente Eva estaba como loca tratando de comunicarse con él al recibir tal noticia pero estaba incomunicado de momento, sabía que de igual modo Lilith podría dar con el siempre y cuando no abandonará Nueva Orleans pero de momento estaba libre por decirlo así de la cadena en su cuello.

— Muchacho.– Escucha la voz de Husk entrar en la habitación, el también tiene pequeñas gasas en su rostro qué curan las cortadas qué sufrió en la explosión.– Me preguntaron por familiares de Rosie, pero parece que no tenía a nadie más además de su esposo. Me pidieron entonces que alguien cercano decidiera que hacer con sus restos para su velorio.—

Alastor sigue en silencio observando la fruta entre sus manos, Husk puede ver cansancio en sus ojos, no cualquier tipo de cansancio tenía el castaño; Estaba harto, estaba plenamente harto de todo y aun que el mayor sabía que en ese estado no era buena idea tratar de dialogar con el debía hacerlo entrar en razón.

— Alastor, debes tomar una decisión.—

— No estoy de humor.—

— Y lo entiendo perfectamente, acabas de sufrir un accidente, Lucifer esta desaparecido y perdiste a Rosie que era tu figura materna. Te conozco, se que estas enoja--

— ¿¡Tu que carajos sabes de mi!?– El castaño toma al mayor del cuello de su camisa y lo estampa contra la pared más cercana.– ¡Me abandonaste en esa maldita mansión!, ¿¡Sabes las cosas que tuve que pasar!? ¿¡Tienes idea de cuantas veces deseaba morir mientras estaba durmiendo de lo horrible que eran las torturas qué Lilith me hacía!? ¿¡Tu que sabes de mi!?—

La ira era quien hablaba por Alastor, pero había cierta verdad en aquello que decía. Ni Husk, ni Rosie, mucho menos Lucifer sabían que había pasado el castaño; Había tratado todo este tiempo de venderles el cuento de que si bien había recibido entrenamiento duro nunca les contó como fue, nunca les dijo que habían hecho con su cuerpo, con su mente. Había tratado lo mejor que podía ocultar todo eso dentro de su mente porque quería estar bien, al menos brindarles una mejor versión de el a quienes amaba.
Pero su teatro se había caído, y en la escena solo estaba el pobre ciervo que era Alastor magullado y asustado.

demonio equivocado - RadioAppleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora