demonio equivocado - RadioApple

08

⚠️ Contenido sensible en este capítulo:
Sangre, abuso y lenguaje fuerte.
Esta historia no incita a para nada a que las acciones que ocurran aquí se hagan en la vida real.
Leer con precaución ⚠️

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Lucifer adoraba sus paseos aéreos, la brisa y el sol nunca habían sido un malestar para el. Era lo que más adoraba y que apreciaba cada que podía, Alastor solía siempre renegar de los días así ya que el se empezaba a acostumbrar a la neblina y a la oscuridad de la ciudad.
Obviamente esto no detenía al ángel de seguir apreciando la belleza de este mundo, sin embargo aún que quisiera volar por siempre sus alas comenzaban a cansarse.

Era algo peculiar pero recientemente en estos años a tenido cierta dificultad para volar altas y largas distancias, no quería forzarse tanto en el vuelo porque tenía que regresar con Alastor, si ocupaba su ayuda iba a necesitarlo lo más rápido posible.

Pensando en ello decidió aterrizar en una tierra cercana, Nueva Orleans era conocida por sus lugares pantanosos y árboles que parecían crecer desde el agua. Lucifer siempre le veía el lado lindo sobre todo a la naturaleza, si claro que el clima era en extremo caluroso y bochornoso pero no quitaba que veía a preciosas libélulas y que los rayos del sol al colarse entre las ojas de los árboles formaban pequeños arcoiris.

Se sentó en la rama de uno de los árboles, y apreciar el paisaje un rato para descansar, mientras contemplaba el lugar no se había dado cuenta que debajo de aquel árbol había una pequeña casa de madera. Se notaba descuidada un poco, quizás la habían abandonado, Lucifer miró a los alrededores para tomar nota mental de donde se ubicaba pues quizás había encontrado una oportunidad de dejar de pagar por alojamiento.

— ¡No, por favor no! — Lucifer se sobresaltó cuando escucho gritar a lo que el creía era una niña pequeña.

— ¡Déjala ir! —

Venían de dentro de la casa que el creía aabandonada. El ángel bajo del árbol con temor de acercarse pero su curiosidad era más grande así que con paso lento se acercó, casi como si fuera intencional con cada paso que daba parecía que los gritos y los golpes fuerte de muebles se intensificaba.
Lucifer quedo a solo metros de las escaleras de aquella casa, notaba que esta tenía varios dibujos hechos con pintura y por los toscos además de los colores pasteles parecían hechos por niñas pequeñas.

— ¡Suelta a mi hermana! — Lucifer se escondió pegando su espalda en una de las paredes de la casa. De la casa salió un hombre alto y usando un traje formal de color cafe.

Llevaba a arrastras a una pequeña de cabello afro, su piel era como la de Alastor pero estaba cubierta casi por completo de golpes. Lloraba tan desconsoladamente que Lucifer no pudo contener también sus lágrimas al escuchar tan desgarrador llanto.

— ¡Déjenla, no le hagan daño!— Detrás de aquella escena tan terrible había salido una mujer alta, usaba una gabardina roja y un sombrero grande que cubría un lado de su cara del mismo color que a ojos de Lucifer parecía muy lujoso.

Ella no era la que había gritado pues además de verse calmada miraba la escena de aquel hombre jalando a esa pequeña de lo más normal. Bajo las escaleras con lentitud y vio como aquel sujeto le brindaba una sería golpiza en el estómago a la pequeña la cual no paraba de llorar.