demonio equivocado - RadioApple

09

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Pese a que sentía un dolor terrible en el cuello, una presión tan sofocante que impedía pasar el aire y que sobretodo sentía seca su boca, su cuerpo era agradablemente envuelto en mantas suaves.

Abrió un poco sus ojos, viendo el techo de madera no apreciaba mucho aún que veía varios símbolos dibujados con lo que parecía pintura roja. Oía el sonido de una chimenea, el fuego hacia tronar las ramas. Viendo aún borroso dirigió su vista hacia una sombra que estaba viéndole, ajusto su vista y es entonces que ve que quien estaba cerca suyo era una mujer.

Si piel era morena, su cabello tan negro como una noche sin estrellas. Sus ojos eran de color verdes, un verde tan claro y lindo; Llevo una de sus manos a la frente de Lucifer y la poso con suavidad.

— Tu cuerpo aun esta frío.– Hablo con calma la mujer, Lucifer noto que detrás de ella se asomaba la pequeña niña rubia que estaba tratando de defender a su hermana.– ¿Como te sientes?.—

— No puedo... respirar.—

— Eso significa que aún tu cuello está lastimado, levántate con cuidado te traeré un poco de té.— Lucifer acato las órdenes y se levantó de donde se encontraba acostado quedando sentado en la cama.

La mujer se había ido al otro lado de la habitación donde se encontraba la chimenea tomando algo de un par de estanterías; La niña rubia se le quedó observando, con curiosidad los ojos cafés de la pequeña examinaban a Lucifer y este pese a que estaba herido le sonrió gentilmente.

— ¿Tu ... hermana?— Lucifer con esfuerzo logra formular su pregunta a la pequeña, esta señala al lado derecho donde el rubio logra ver otra pequeña cama donde duerme plácidamente la pequeña de afro.

Lucifer sonríe aliviado, al menos las pequeñas estaban a salvo de ese sujeto.
¿Dónde estara?

— Mis hijas me dijeron que las ayudaste. Estoy muy agradecida de que hayas actuado, si no tal vez mi pequeña Clara no estaría conmigo ...— La mujer volvió caminando hacia donde estaba Lucifer y se sentó en los pies de la cama entregándole con lentitud el té.

El aroma de hierbas y de un toque de miel hizo suspirar a Lucifer por lo bien que olía. Soplo un poco y después ingirió un poco de la bebida.

— No es nada, que bueno están bien.—

La mujer le sonríe, tiene un aura tan maternal como dominante a la vez. La pequeña niña de ojos castaños se dirige a ella y la abraza con dulzura.

— Ella es mi hija Odette, ella es quien te estuvo cuidando mientras dormias.– La pequeña Odette le saluda tímidamente y Lucifer le responde el saludo con una sonrisa.– Mi otra pequeña es Clara, esta algo lastimada.. mi pobre niña sufrio tanto hoy.—

— Tus hijas son hermosas.—

— Te lo agradezco.– La mujer inclina levemente la cabeza ante Lucifer.– Me llamo Zaira Carmine Heredia, pero todos me llaman Madam Carmilla.—

— Soy ... Lucifer am...– Pensó por un momento que más podía decir, solo sabía que su nombre era ese y era por el único que Alastor se dirigía a el.– Creo que solo es Lucifer.—

— "El portador de luz"– Madam Carmilla dice como si resita algun conjuro.– Que nombre tan más indicado para alguien que acaba de salvar a seres indefensos como mis hijas.—

— No se que decir, solo quería ayudar.—

— Tienes un corazón muy noble, debes de tener cuidado querido, pueden lastimarte.—

— Si ... eso decía Alastor.— Madam Carmilla se levanta tomando en brazos a la pequeña Odette, camina hacia la cama donde se encuentra dormida su otra hija y las acomoda a ambas para que descansen un poco.