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Su trabajo comenzaba a parecerle rutinario y aun que a varias personas le parecería ya aburrido la verdad es que a Alastor le gustaba que fuera así. Le gustaba que ya tenía candalerizado sus horarios y sus secciones de trabajo, le daba así tiempo para investigar por cuenta propia sobre los demás objetivos que parecen un misterio aún para el.

Aun que gracias a que ha hecho amistad con varias personas de la empresa entre cotilleos y chismes dio con la primera pista la cual era de "Sin" realmente de llamaba Roxanne Romanie, al menos ya tenia un nombre para poder avanzar. Tenía nervios de que su investigación no avanzará lo suficiente y que sin otra alternativa fuera detrás de los demás que si tenía ubicados aun que sería difícil acercarse a ellos; Justo ahora estaba observando los papeles de las pocas noticias que había encontrado tanto de la "Mamba Negra" como de Roxanne, solo eran avistamientos con poca información de que ocurrió o en su casa de acusaciones de asesinato que nunca llegaron a nada.

— ¿Alastor?— Escucho la voz de un muchacho que tímidamente acomodaba sus gafas.

— ¿Qué ocurre?—

— ¿Crees que puedas ir con el señor Vox?, se encuentra muy mal justo ahora y la verdad...– El muchacho se acerca un poco y le susurra al oído al castaño.– ... nadie de nosotros queremos entrar a ver como esta.—

— ¿Y por qué debería ir yo si no te importa decirme?—

— Es que sabemos que eres su favorito.—

— ¡Yo no-- Alastor se exaltó pero cuando vio al chico dar un paso atrás se calmo, no podía presentar ese tipo de carácter, al menos frente a ellos no. Debía verse como el carismático locutor de radio que era.– Yo no tenía idea de lo que lo fuera. Si ese es el caso quizás no moleste con que de una vistazo a nuestro cansado jefe.—

El chico parece que suspira de alegría y le asiente a Alastor además de agradecerle, todas las personas ahí puede oírlas como susurran entre ellas diciendo lo amable y valiente que es. Quizás se está hechando muchas flores el mismo pero no puede evitar soltar una pequeña risa en burla pues su actuación era mejor de lo que el quería creer.
Tomo su camino rumbo a la oficina de Vox, nadie estaba en el gran pasillo y se preguntaba por qué. Sin embargo como si el destino le estuviera contestando a su duda escucho un cristal romperse dentro de la oficina además de oír quejas en voz baja.

Alastor tomo aire y se preparo mentalmente para lo que fuera que encontrara, inclusive estaba considerando que si el momento era oportuno podría acabar con este intento de jefe de una vez por todas.

Cuando abrió la puerta noto que el desorden que vio la primera vez estaba medianamente acomodado, al menos parecía que había intentado recoger el desorden. Sin embargo un montón de papeles y de estaba regados en la mesa, varios parecían escritos o cartas abiertas.
Sin embargo noto que entre todo ese desorden aparecía el nombre de "Red Cat", miro a varios lados no viendo a él jefe por ningún lado así que decidió avanzar y con lentitud tomo aquel papel que parecía ser una clase de contrato firmado con ese alias.
Especificaba investigar lo ocurrido en el burdel de Valentino y traer con vida al testigo o responsable de su muerte. Leyó un poco más hasta bajar al último renglón donde estaba la firma del susodicho mercenario además de que anoto una dirección.

Bingo

Sonrió Alastor.

— Ugh...— De la parte de atrás del escritorio se levantó entre tropiezos su jefe. Solo usaba una camisa color crema semiabrochada, sus pantalones parecía que se los había colocado apenas ahora y su cabello negro estaba desarreglado y sin peinar haciendo ver que era ondulado.

demonio equivocado - RadioAppleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora