Capitulo XXXIII

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El día del baile de invierno había llegado. Y aún no tengo lo que me pondré está noche.

— No te alteres, llamaré a preguntar que pasó.- mi mamá salió con su teléfono en mano.

— ¿No puede ser peor?- inquirí molesta.

— Ya dijo que lo solucionaría, quizá solo se haya tardado la entrega.- trato de calmarme SeungMin.

— Eso espero.- dije sentándome en mi escritorio.

— ¡La entrega se retardo por un problema llevará en una hora supuestamente!- gritó mi madre.

— ¡Ves! Todo estará bien.- dijo acercándose.- ¿Qué haces?

— Solo buscó algo...

— ¿Regalos? ¡¿Le darás algo a Félix?!- cuestionó.

— ¡No grites!- dije cubriendo su boca y la aparte cuando sentí su lengua.- ¡Que asco SeungMin!

Me limpié con su camisa.

— No lo negaste.

— Es solo un regalo que le quiero dar en navidad y tardará un poco en llegar.- dije y frunció su ceño.

— ¿Cuánto te costó?- inquirió.

— 500.000 wang.- respondí y sus ojos se abrieron como platos.

— ¡¡¿De dónde sacaste tanto dinero?!!- cuestionó estupefacto.

— ¿Qué dije de gritar?- inquirí y él arqueó una de sus cejas.- No te preocupes por saber de dónde saque el dinero, no te lo diré.- dije cerrando la laptop.

— Espero que no hayas vuelto a esas cosas.- dijo y me reí.

— Sabes que no, es mejor que te vayas tienes que arreglarte.- dije y él tomó su teléfono.

— ¡Demonios! Ya son las 5, me voy.- dijo tomando su bolso y me dio un beso en la frente.- Nos vemos está noche, estará increíble.

— Ok adiós.- lo vi agitar su mano desde afuera.

— ¿Quieres un poco de helado y vemos un capítulo de nuestra serie mientras esperamos tú vestido?- preguntó mi mamá, asentí y la seguí escaleras abajo.

[...]

— Bien, aguanta la respiración.- eso hice y logró cerrar el vestido.- ¡Te queda increíble!

— ¿Eso crees?- asintió y me vi en el espejo.

— Te ves preciosísima, ahora déjame maquillarte.- habló y me senté frente a ella.

— ¿Podría ser algo sencillo? Después de todo el vestido el blanco.- ella asintió y así lo hizo.

Me observé en el espejo de nuevo, el delineado había quedado perfecto, mamá tiene el toque.

— Ya estás lista, ¿Alguien viene a buscarte?- preguntó y asentí.

— El papá de Félix nos llevará, ya casi llegan.- dije y tomé mi teléfono y cartera guardándolos en los bolsillos de mi vestido.

— Cuidado con el tul, no lo vayas a romper.- dijo.

— Todo estará bien.- dije y a los minutos alguien tocó el timbre.

Mi mamá fue a abrir y recibió a Félix.

— ¡Oh Félix luces muy guapo!- él sonrió apenado.

— Gracias señora Park.- dijo.

Mamá tenía razón se veía muy guapo, su traje es color azul y su camisa debajo del saco blanca, sin pensarlo íbamos a juego.

Él me miró y se acercó a mí, mi madre se ocupó en saludar al señor Lee.

°Una Segunda Oportunidad° Lee FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora