Capítulo VI

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         Narra EunJi

— ¡Basta Lee Félix!- me queje tratando de huir de él.- ¡DÉJAME!.

— Ven aquí, me la debes.- dijo antes de saltar sobre mí y hacernos caer en la cama de su habitación.

— ¡Pero fue una broma!- grité defendiéndome.

— ¡No me importa!- dijo eso y comenzó a pinchar mi cintura haciéndome retorcer.

Mis carcajadas hicieron estruendos en su habitación y luego se unieron las de él.

Después de un rato paró y pude respirar.

— Eres un idiota.- dije regulando mi respiración.

— ¿Quieres comer algo antes de irte?- preguntó ignorándome.

— ¿Me preparaste galletas?- pregunté y él negó, fruncí mi ceño.

— Está vez hice brownies, ¿Te apetece?- dijo y se levantó rumbo a la puerta.

— Si, si quiero.- dije y lo seguí.

Llegamos a la cocina y tomé asiento en uno de los taburetes de la isla, esperando el delicioso postre.

Habían pasado varios días desde la fiesta de Jackson casi una semana en realidad, aún me seguía reuniendo con Félix para terminar el trabajo.

Y no les miento me gustaba estar con él, simplemente es algo que no sabía que podía pasar pero aquí estoy.

Además también quiero cumplir lo que le dije aquella noche antes de ejemm besarnos.

Sé que algo oculta y me gustaría saber lo que es.

— Provecho.- dijo sentándose a mi lado.

Comimos en silencio observaba cada espacio de la cocina, no sé porqué pero el ambiente se sentía un poco tenso. Hasta que él lo rompió.

— Dios, no puedo seguir ignorándolo más.- dijo y me miró.- ¿Porqué me besaste en la fiesta de Jackson?- preguntó.

— Para serte sincera no lo sé, simplemente lo hice.- respondí y el frunció su ceño.

— ¿Pero porqué?- inquirió.

— Solo fue un impulso ya no insistas más, porque no obtendrás una respuesta diferente.- dije un poco molesta.

— Bien.- dijo.

— Bien.

Me levanté y limpié mi plato.

— Ya es tarde mejor me voy.- dije saliendo de la cocina, subí hasta su habitación y tomé mi mochila, bajé de nuevo encontrándolo en la entrada.

— Lo lamento, no quería ser molesto.- dijo frente a mi.

— Ya.- lo miré.- Solo déjalo así ¿Ok?- él asintió e intenté abrir la puerta.

— Déjame acompañarte a tú casa.- pidió tomando su chaqueta.

— Ya sabes que es peligroso que me acompañes para que luego regreses solo.- dije.

— No quiero que te vayas sola, hoy no trajiste a Lia.- dijo y solté una risa nasal.

— ¿Porqué insistes tanto en acompañarme?- pregunté rindiéndome.

— Porqué es algo que quiero hacer, así que... ¿Puedo?- asentí y tomó las llaves de su casa.

— Pero sólo hasta la pasarela, luego te regresas.- dije y asintió.

Salimos juntos y nos encaminamos hacia mi dulce hogar.

°Una Segunda Oportunidad° Lee FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora