Capítulo VIII

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        Narra Félix

Una nueva semana comenzaba, disfrutaba de una dulce manzana que mamá había puesto en mi bolso antes de venir al instituto.

Caminaba sin prisa iba a tiempo y hasta tendría tiempo de sobra para hablar con los chicos y EunJi.

Mientras esperaba a que el color del semáforo cambiará pude verla al otro lado de la calle caminando rápidamente hacia la entrada del instituto.

El semáforo cambió y aumente mi paso.

Entre al lugar y la mayoría de estudiantes hablaban en el patio frontal, mi grupo de amigos también estaba allí, pero ella no.

Me acerqué a dónde estaban todos.

— Hola chicos ¿Qué tal todo?- saludé alegremente.- ¿Y EunJi? La vi entrar hace un instante.

— ¿Ya llegó? Ni siquiera la vimos.- habló SeungMin.

— Quizá se adelantó, pero no me saludó.- habló Han con un puchero y MinHo sacudió su cabello.

— Vayamos a buscarla.- dijo Chan y asentí.

— Creo que deberíamos dejarla, si no vino con nosotros es que algo paso.- habló Seung de repente y I.N asintió.

— Esperemos a que se tranquilice y luego hablamos con ella.- dijo el más pequeño.

— Pero si algo pasó, ¿No necesita de nuestro apoyo?- pregunté frunciendo un poco mi ceño.

— Apenas la conoces ya verás que después de todo estará bien.- me respondió Bin.

— Mejor vayamos a clase.- ordenó Chan y todos los seguimos, I.N se quedo en su salón.

Nos despedimos de los mayores y entramos al salón, sorprendiendome de no encontrar a EunJi en su asiento.

Min paso por mi lado y me dio una palmada antes de sentarse en su lugar.

Yo hice lo mismo y minutos después entró el profesor dando a comenzar nuestra clase.

[…]

Pensé que EunJi aparecería en las siguientes clases pero no lo hizo y eso me preocupo.

Estábamos todos desayunando, pero no podía darle un bocado a mi comida.

Es que acaso se fue antes de que las clases iniciaran y si fue así ¿A dónde fue?

— Oye,- la voz de SeungMin me sacó de mis pensamientos.- si tanto te preocupa deberías ir detrás de las gradas del campo de fútbol.- dijo para darle un mordisco a su sándwich.

— ¿Por qué no vas tú?- pregunté.

— Ya te lo dije solo espero a que se sienta bien con sigo misma y luego vuelve.- respondió como si estuviera acostumbrado.

— Ya veo pero ¿Por qué me lo dices a mí?- le pregunté de nuevo.

— Porque se ve que te esta afectando.- dijo y miré mi comida.- No te sonrojes por eso solo ve y ya. Pero eso sí déjala que hable todo lo que quiera y no la vayas a interrumpir.- aconsejó y rápidamente recogí mi comida, para salir de la cafetería.

Caminaba muy rápido por los pasillos hasta que llegue al que daba con el campo de fútbol.

Llegué a la puerta y la abrí con un poco de pesadez.

Observé el vacío campo hasta que mi vista dio con las gradas.

Me acerqué lentamente hasta ellas y al pasar por detrás de estás la vi.

°Una Segunda Oportunidad° Lee FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora