Capitulo XXVI [+18]

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Si no te gusta éste tipo de lectura por favor no lo leas y espera al siguiente capítulo, para así evitar comentarios maliciosos.

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Toqué varias veces el timbre de la casa de Félix esperaba que alguien me abriera la puerta, pero creo que no había nadie en casa.

Le llamaba a su teléfono y no contestaba.

Decidí darme por vencida cuando escuché el seguro y luego la puerta ser abierta por un Félix recién despierto y sin sus muletas.

— ¿Por qué no estás con tus muletas?- inquirí arqueando una de mis cejas.

— Primero que todo: hola.- dijo y rodé mis ojos.- Estaba dormido y las olvidé.- respondió.

— Mejor déjame pasar.- dije y él me dio un espacio y entré a la casa.- SeulGi te mando esto.- le entregué la estúpida caja y miré su reacción.

— Es muy linda.- bufé y me miró.- ¿Sucede algo?

— ¿Tendría que pasar algo por solo bufar?- inquirí molesta y pasé por su lado.- Tengo algo que hacer, mejor me voy.

Él me tomó por el brazo con cuidado de no perder el equilibrio.

— Dijiste que pasarías la tarde conmigo.- recordó.- Le pedí a mi madre que saliera para estar contigo a solas y ahora te vas, ¿Solo porque dije que es linda?

— Si es muy linda deberías invitarla a ella y no a mí.- dije safándome de su agarre.

No había tocado la manija de la puerta cuando sentí como me empujó contra está y colocó ambas manos a los lados de mi cabeza.

— Félix...- éste momento me hizo recordar aquel día en la biblioteca.

— No dejaré que te vayas, aunque me toque ignorar el yeso y salir corriendo detrás de ti.- dijo con su voz tan gruesa que me causo un escalofrío.

— Sueltame.- ordené y él se acercó más a mí rostro, dejándome ver sus lindas pecas.- Lix...

— No lo haré, ahora iremos a mi habitación.- dijo tomando mi muñeca con fuerza y tirando de mí hacia las escaleras.

— Mejor porque no invitas a SeulGi, según tú porque es muy linda y dudo que no quisiera acompañarte.- al llegar arriba de las escaleras me empujó contra la pared cortando de una vez la distancia que no separaba.

Sus labios demandaron sobre los míos, sonreí en medio del beso y lo escuché gruñir.

Él se separó y me miró fijamente.

— SeulGi es solo una amiga y me parece tonto lo que dices.- dijo rozando nuestras narices.- Pero sé que es porque estás celosa.

— ¿Qué es lo que quieres Lixie?- pregunté quitándome la chaqueta del uniforme.- Dime...

— A ti, te quiero a ti.- dijo y me tomó de las mejillas besándome de nuevo. Nuestro pechos se rozaban por nuestras aceleradas respiraciones.

— Bien, está bien.- dije y caminamos hacia su habitación.

Hice que se sentara en la cama, abrí con cuidado sus piernas y me detuve frente a él.

— Yo jamás...

°Una Segunda Oportunidad° Lee FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora