Temporada 3: Hundirse o nadar

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Solo cuando realmente sabemos y entendemos que tenemos un tiempo limitado en la tierra y que no tenemos de saber cuando se acaba nuestro tiempo, entonces comenzaremos a vivir cada día al máximo, como si fuera lo ultimo que tenemos

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Solo cuando realmente sabemos y entendemos que tenemos un tiempo limitado en la tierra y que no tenemos de saber cuando se acaba nuestro tiempo, entonces comenzaremos a vivir cada día al máximo, como si fuera lo ultimo que tenemos.

Elizabeth Kubler – Ross

Desde lo ocurrido en mi casa, había estado evitando a Eddie, como una cobarde total que no es capaz de asumir las cosas que están pasando en su vida. Después de la cena en mi casa las cosas entre ambos estaban algo tensas. No quería estar de esa manera, más porque me había prometido no volver a tener rencores contra él, ni ninguna clase de sentimiento. Pero al parecer las cosas estaban a mi contra. Maldito corazón, maldita mente por jugarme en contra. Me acomode en la mesa para desayunar, sonriendo al ver el pan recién horneado que Bobby había preparado para todos. El simple aroma me abría por completo el apetito.

— Bueno, ya esta ¿Qué les pasa? – cuestiono Hen antes de que pudiera llevarme un sorbo de café a la boca.

— ¿Eh?

— Que, que les pasa. Están actuando raro, más de lo normal. En especial tu niña. Han estado toda la mañana actuando extraño.

— Claro que no. -mencionamos al mismo tiempo.

— Estamos como siempre. Solo no he dormido bien. – mencione entre suspiros.

— Aja como si me fuera a creer eso. Ustedes dos esconden algo y lo voy a averiguar.

— Jack. – Gire la mirada hacia Bobby, quien se veía notoriamente molesto. – Debes ir a tu terapia, tu terapeuta acaba de llamar. No has ido en las últimas cinco sesiones.

— Ya estoy bien, no necesito terapia Bobby.

— Ve a terapia Jack o te suspendo. – fruncí el ceño al escucharlo. Bufé antes de levantarme para salir de la estación.

La terapia era la peor parte de mi día, más porque sentía que no llegaba a ningún lado, solo me hacían revivir mis mismos miedos una y otra vez. Siempre terminaba llorando en mi auto al terminar y tenia claro que esta no seria la excepción, aunque podría hablar de lo que había pasado con Eddie y encontrar una manera de evitar tener sentimientos de romance hacia él. No quiero eso, no necesito eso, ninguno de los dos necesita eso. Repetía una y otra vez mientras conducía por la ciudad. Había más trafico de lo que esperaba, al parecer a toda la maldita ciudad se le ocurrió salir al mismo tiempo.

— Que bueno verte de nuevo Jacklyn. – menciono mi adorado terapeuta luego de que ingresara. – toma asiento... - rodé los ojos antes de acomodarme frente a él. – entonces llamar a tu capitán si funciono.

— Era venir o tener una suspensión. No tuve opción.

— Claro, entonces ¿Cómo estás?

— Pues desde la ultima vez que nos vimos, bastante bien. Aunque sigo algo aterrada después de la explosión del camión.

My emergency.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora