Historia basada en la serie 911.
Todos los personajes pertenecen a la serie a excepción del personaje principal y otros personajes nuevos que irán apareciendo a lo largo de la historia.
Es un fan fic que seguirá el orden cronológico de la serie.
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Si una cosa me ha enseñado la vida, es que por más lecciones o consejos que nos den, las mejores cosas se aprenden a base de caídas y golpes. Nos damos cuenta de nuestros errores cada que tropezamos con un obstáculo, evitamos eso y lo intentamos de nuevo. Si nos caemos nos levantamos y seguimos tratando de mejorar. Los obstáculos siempre están a la vuelta de la esquina, solo es cuestión de aprender a evitarlos. Somos lo que cosechamos. Mamá siempre me decía que los problemas eran pruebas en nuestras vidas y que si los evitábamos jamás aprenderíamos de ellos. Y creo que la mayor parte del tiempo tenia razón. No seriamos humanos si no tuviéramos problemas, si no supiéramos luchar contra nuestros demonios.
Parker se había vuelto una parte importante de mi vida y sentía que de cierta forma el era eso que me ayudaría a solucionar los problemas de mi vida. Al menos los problemas de mi pasado, esos que me hacían doler la cabeza y me llenaban de pensamientos negativos. Me hacia sentir bien, aun cuando me había negado demasiadas veces en que no deseaba ir en serio con nadie, el me estaba dando la seguridad de que todo marcharía bien. Tenia que dejar de lado mis miedos y continuar mi camino sin temor al futuro, solo vivir el presente como si fuera el ultimo día de mi vida.
El turno de trabajo había iniciado tranquilo, dejando de lado que el carro había quedado imposible, la ambulancia estaba vacía y todos los insumos habían desaparecido por completo. El turno anterior había dejado la estación hecha un desastre y obviamente Bobby estaba molesto por eso. Siempre nos hacian lo mismo, dejábamos estación reluciente y ellos simplemente la dejaban en malas condiciones, son detestables, unos jodidos idiotas. Balbuceaba mientras limpiaba el interior del carro sacando restos de tierra y suciedad. De no ser porque terminaría con una infracción le estamparía mi casco en la cara al imbécil de Edwards.
Las alarmas comenzaron a sonar, arroje el paño lejos para subir al carro tomando mi lugar junto a Buck quien se acomodo recargando su cabeza sobre mi hombro buscando algo de cariño, entre risas enrede mis dedos en sus risos jalando estos de forma cariñosa mientras dejaba un par de besos en su cabello. Buck había sido así desde que lo regañe por primera vez, había cometido el grave error de no revisar los extintores y sus fechas de vencimiento, le había confiado esa simple tarea y el no lo había hecho. Casi perdemos la estación por ese simple fallo, lo regañe tanto y lo insulte de tantas maneras que desde ese momento comenzó a tomarme en serio y tratarme con respeto. Llegamos a nuestro destino, un cumpleaños infantil. Un inflable termino volando por los aires aterrizando en el acantilado, posibles victimas fatales. Nos preparábamos para cualquier escenario.
— Hombre caucásico adulto en la ladera, hay tres niños en la casa inflable. – Menciono Hen a través del radio.
— Pondremos los camiones en esa carretera. – Ordeno Bobby. – Jack y Buck bajaran a rapel, sujetaran la casa inflable, evaluaran el estado de los niños y los bajaran uno por uno en el cesto. Yo me ocupare del padre. Chimney tu vas a manejar el torno.
— Oye ¿Por qué nunca me tocan las cosas divertidas?
— El torno es divertido. – Menciono Bobby antes de darle un sutil golpe en el brazo.
