My emergency.

El karma es una perra

Siempre he sido de las que creen que tarde o temprano todo lo que hacemos se nos devuelve, de alguna u otra forma. En algún momento de nuestras vidas lo malo que hemos hecho se nos devolverá con el doble de intensidad y nos hará perder una parte importante de nuestra dignidad. El karma es tan real como el sándwich que comí por la mañana, tal vez no es la mejor analogía para explicar mi punto, pero si el karma existe. Soy consciente de que todas nuestras acciones tienen repercusiones positivas y negativas. El karma es una jodida zorra.

— Hey ¿Cómo estás?

— Por milésima vez Buck, estoy bien.

— Te golpearon en la cabeza Jack... te golpearon en la cabeza.

— Y no me paso absolutamente nada. Estoy bien...

— MI Jack... - Chim me abrazo por la espalda. - ¿Cómo estás? ¿Segura que puedes trabajar?

— ¡Que estoy bien! – Alce un poco la voz. – les juro que mental y físicamente estoy en perfectas condiciones para seguir trabajando.

— Bien, pero si veo algo raro te enviaré a casa.

— ¡Tu no eres el capitán Chim! Dios se volvió más molesto desde que volvió.

— Vamos Jack, solo nos preocupamos por ti.

— Y lo agradezco.

Si, era muy consciente de que ellos se preocupaban por mí, lo tenía más que claro, pero solo había sido un pequeño golpe en la cabeza sin mayores consecuencias que haber quedado atontaba por varios minutos. Ya estaba lista para el trabajo, completamente concentrada para lo que fuera, incluso tener que aguantar al molesto de Edwards que por alguna razón que no entiendo estaba en nuestro turno, intentaba no pensar en el y sus constantes comentarios machistas hacia mi o Hen. Era una de las personas mas desagradables del mundo y en serio me gustaría darle una buena paliza. Las alarmas comenzaron a sonar y ahora nos encontrábamos camino a una nueva emergencia, nuestro destino las afueras de la ciudad.

— Ya hemos estado aquí antes. – Dijo Hen.

— ¿Cuándo?

— Poco antes de que tu llegarás amigo. – recordaba bien ese día, la imagen de esa escena estaba presente en mis recuerdos, una de mis primeras emergencias. Una mujer de unos treinta y tantos colgada desde una las ramas de ese enorme árbol. El hombre era una maldita basura, un maltratador, no imagino cuanto dolor sintió esa mujer al vivir junto a un jodido abusador sin sentimientos. Alguien a quien el karma finalmente había alcanzado. Ahora el estaba en el suelo con un agujero de bala en el pecho. Hen y Chimney se apresuraron a ir con el para brindarle los primeros auxilios.

— La bala que ella disparo. – Alce la mirada al escuchar a Bobby y luego la vista hacia el árbol. –

— ¿Salió volando del árbol cuando lo exploto? – Pregunte, ese hombre dio su último suspiro falleciendo frente a todos. – el karma es una perra.