Temporada 3: La toma del despacho

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Aun me intentaba convencer a mi misma que lo que había pasado era real, que Oliver y yo habíamos dicho esas palabras que por alguna razón a todo el mundo le cuesta demasiado decirlas

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Aun me intentaba convencer a mi misma que lo que había pasado era real, que Oliver y yo habíamos dicho esas palabras que por alguna razón a todo el mundo le cuesta demasiado decirlas. Pero era lo que se sentía y realmente estaba segura de él y de mí. De nuestro lazo y me seguía sorprendiendo que nuestra inexistente química se convirtiera en algo mucho mas fuerte e intenso. No pude evitar contarle a mi madre lo que había pasado, pero claro el miedo de que algo malo pasara y que todo se fuera por la coladera seguía presente en mi vida, era un pánico constante que solo había empeorado al tener un pesadilla con Oliver, el cayendo frente a mi y sangre por todos lados, me había hecho sentir miedo de inmediato.

Desperté algo agitada, con el corazón acelerado. El dormía plácidamente a mi lado, despreocupado de la vida. Vi la hora en el reloj a mi lado, tres de la mañana con diez minutos. Me quede sentada en la cama antes de salir de esta para ir a la cocina por un vaso de agua. Sabía que solo se trataba de un mal sueño, una simple pesadilla. Pero aun así me sentía aterrada. Gire la mirada hacia la fotografía de Mike antes de regresar a la habitación para recostarme a su lado, me aferré a su cuerpo sonriendo al sentir que respondía a mi abrazo, lo que basto para quedarme dormida.

Me removí en la cama, envolviéndome entre las sábanas. Aun con los ojos cerrados busque a Oliver que no estaba. Pero me quede tranquila al escuchar ruido en la cocina, algo de música de los ochenta. Arrastrando los pies fui hasta la cocina en donde el estaba preparando el desayuno, usando solo un mandil sobre su ropa interior. No me había dado cuenta antes de que tiene un trasero exageradamente bonito. Avance hacia el rodeando mis brazos alrededor de su cintura dejando un par de besos en su espalda cerca de su tatuaje.

— Buenos días mi bella durmiente. Vuelve a la cama amor, te llevaré el desayuno.

— Buenos días... mh ¿Por qué me llevarías el desayuno a la cama?

— ¿Necesito una razón para consentir a mi novia? No. no la necesito, ahora ve a la cama que te llevaré el desayuno nena.

— Bueno, bueno. Lo que el osito ordene. – le di una nalgada antes de regresar a la cama. Los días libres podrían ser todos así.

Tome mi teléfono para hablar con Buck, el tonto aun seguía con resaca después de nuestra borrachera. Y aun intentaba recordar cómo es que había terminado con lápiz labial por toda la cara. Pero al menos estaba bien y a ambos nos había servido demasiado todo ese encuentro. Las juntas con Buck siempre me ayudaban a sentir mejor. Oliver ingreso a la habitación con la bandeja del desayuno y una flor de plástico que seguramente saco de uno de los jarrones en la sala. Pero el detalle es lo que cuenta.

— Entonces ¿Nos vamos de viaje?

— Mañana tenemos que trabajar, lo más lejos que podemos ir es a Long Beach o al muelle. Desde el tsunami no voy a ese lugar.

— Tampoco yo, pero podemos ir. Es nuestro día libre cielo. – tome la taza de café dándole un sorbo a esta. El sabía preparar el mejor café del mundo.

My emergency.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora