Me imaginaba que la primera vez que volviera a ver a Oliver sería de otra manera, pero así es la vida, imprevisible. ¿Las casualidades existen?, no lo creo...
Verle así, inesperadamente, me dejó shockeada. ¿Por qué estaba tan sumamente guapo?, más aún, claro. Estaba guapísimo, no os hacéis una idea de cuánto. Iba con su corte de pelo perfecto, vestido muy Oliver, su personalidad al vestir también me encantaba. Camiseta oscura de manga corta oversize, bermudas negras y vans. Siempre vans. Qué sonrisa tenía, cuánto la echaba de menos...
Recibir el mensaje de si queríamos ir con ellos a la playa, fue como 'wow'. Aina y Cleo al momento de leerlo me dijeron que por supuestísimo. Ellas tenían ganas de ver la playa, de bañarse, de tomar el sol, y yo tenía ganas de estar con él. Planazo entonces.
Iba nerviosa, no os voy a mentir, joder, acabábamos de pisar Altea, ¿y ya había quedado con él?...
Ya le veía a lo lejos, ¿podía estar más guapo en bañador?, no, imposible. Gino estaba a su lado, también estaba muy guapo, siempre lo había sido, pero eran tan diferentes...
-- Joder Gia, ¿aquí todos los tíos están buenos o qué pasa?. – dijo Cleo en cuanto les vimos de lejos.
-- Qué tonta eres... -- respondí.
-- Cleo hija, no todo es el físico. – dijo Aina.
-- Ya claro, que no ves a esos dos y piensas que qué buenos están. – se rió Cleo.
-- Son muy guapos. – Aina observaba hacia donde estaban ellos, sin quitar ojo.
-- ¿Qué opináis de Oliver?. – les pregunté.
-- ¿Qué opinamos?, pues a parte de que está tremendo... Que estáis enamorados tía. – me respondió Cleo.
-- Sí Gia... siento que os amáis, sois tan monos... -- dijo Aina con cara de enamorada.
-- Qué exageradas sois, sólo somos amigos, así que por favor controlad lo que decís, bueno, Cleo, controla lo que dices o tú y yo tendremos un problema. – amenacé a Cleo con amor y una sonrisa. Aina era súper reservada, estaba segura de que no diría absolutamente nada, pero de Cleo no lo tenía tan claro.
La primera vez que Oliver vio a mis amigas fue muy amable, y ahora también lo estaba siendo. Presentó a Gino y algo me dejó desconcertada. Jamás, de verdad, JAMÁS, había visto a Aina quedarse tan quieta y pensativa. Miraba a Gino fijamente, pero es que Gino también la miraba a ella. Qué estaba pasando ahí, que alguien me lo explique.
-- Vamos para dentro y así empezamos a hinchar las tablas. – Oliver rompió aquel silencio, y Gino y Aina dejaron de mirarse después de largos segundos haciéndolo.
-- Tia, ¿qué te pasa?... – le dije a Aina en bajito y al oído.
-- ¿A mí?, nada, ¿por?. – respondió muy pero que muy extraña.
-- Nada nada... -- le respondí sin querer darle más importancia, ya hablaríamos sobre esto.
Pisar la arena es de las mejores sensaciones del mundo. Ojalá poder hacerlo siempre, poder venir a pasear a la playa, os aseguro que lo haría muy a menudo. Ojalá esos días en los que necesitara pensar tuviera la playa cerca, para ir y pasear por la orilla, oliendo el mar, escuchándolo, pisando la arena y reflexionando sobre la vida tumbada en una toalla. Ojalá.
Gino ayudó a Cleo con la tabla, estaba nerviosa y excitada, tenía muchísimas ganas de aprender a montar en ella e irse a dar un paseo, ella no necesitaba a nadie. Oliver y yo estábamos hinchando las nuestras, mientras Gino ya había hinchado la de Cleo. Podíamos ver a lo lejos a Cleo montada en la tabla, de rodillas, con Gino explicándole cómo utilizar aquello y cómo dirigirla, mientras Aina observaba la situación. Me reía porque podía ver cómo Gino se estaba desesperando, Cleo no le hacía ni caso, era única, indomable, iba a su puto rollo siempre, estaba loquísima. La adoraba.
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Agárrame fuerte (2)
RomanceSEGUNDA PARTE DE LA BILOGÍA AGARRADOS. Gia y Oliver decidieron separar sus caminos, con lo que no contaban era con la fuerza del destino. Otro verano lleno de amor y locura, pero esta vez ella estará acompañada de sus mejores amigas. Ninguno lo sabe...