Haber estado en el mismo lugar que Derek compartiendo el mismo aire, había sido jodidamente extraño. Teniendo en cuenta que no habíamos llegado a los puños, se podía considerar un milagro.
Cleo se despidió de él, que se alejó con la moto rápidamente, acelerando de manera vacilona, casi haciendo el caballito. Ella entró, e iba decidida hacia la puerta de la casa de Gia, pretendía pasar de largo, ignorarnos vaya...
-- ¡Tia!, ¡pero no te enfades!. – Gia intentó llamar su atención.
-- Claro que me enfado. – cambió de planes. Ahora venía hacia nosotros, enfadada.
-- Madre mía, Cleo enfadada, agárrense los cinturones. – Aina lo dijo seria, pero no pude evitar reírme en bajito. Me era imposible estar serio en momentos serios.
-- Tía que no es para tanto. – insistió Gia, intentando calmarla un poco.
-- Claro que lo es. Ha entrado hasta aquí, metiéndose en la piscina con todos vosotros. Ha hecho ese gran esfuerzo, por mí, obviamente. – dijo orgullosa. – Y lo único que se os ocurre es llamarle mentiroso.
-- A ver... Es que Derek... es Derek... -- Gino dijo aquello precavido, en un tono bajo.
-- No le hemos llamado mentiroso Cleo, simplemente le conocemos, desde hace muchos años, y sabemos cómo es. – intentó justificarse Gia.
-- No sabéis en absoluto cómo es.
-- Cleo, le acabas de conocer. Y estás discutiendo con nosotras, tus amigas, por un tío que sabes de sobra todo lo que nos ha hecho.
-- ¿Por qué estás tan segura de que no está mintiendo Cleo?. – preguntó Aina, tan comprensiva como siempre.
-- Ay, lo siento, lo siento por estar hecha una furia de verdad. – Cleo se sentó en el bordillo de la piscina, y todos nos acercamos, para intentar conversar como personas civilizadas. – Pero os estáis equivocando, os lo prometo.
-- ¿Pero por qué estás tan segura de eso?. – repitió Aina su pregunta.
-- Porque Derek no es mala persona, en absoluto.
-- No. – no pude evitar decirlo, lo sé, era innecesario.
-- Oliver. – Gia me miró con cara de querer matarme. Yo le hice el gesto de cerrar la cremallera sobre mis labios.
-- ¡Por qué os odiáis tanto!. – Cleo sonó desquiciada. -- ¿Podéis poneros en la situación de él?, aunque sea sólo un momento.
-- ¿En qué situación exactamente?. – preguntó Gino, sin ninguna sensibilidad.
-- Os habéis acostumbrado a odiaros, y ya está. ¿Pero os habéis parado a conoceros?, no sois tan diferentes, de hecho os gustan las mismas cosas.
-- Imposible. – añadí. Cleo puso los ojos en blanco, y yo, me calle después del empujón que me dio Gia.
-- Derek es buena persona, simplemente tiene una situación muy complicada. ¿Os pensáis que en su casa le quieren?, no le quieren una mierda. Su padre nunca está en su casa, y si está, siempre va rodeado de cuatro matones rusos. Y por otro lado su hermano, la persona más delincuente que he conocido en mi vida, le trata fatal.
-- ¿Le trata mal?... – Gino no se esperaba ese dato. Y yo tampoco la verdad. Siempre habíamos sabido que eran uña y carne.
-- Tenía entendido que eran inseparables. – añadí.
-- ¿Inseparables?, su hermano se pasa la vida diciéndole que no vale para nada y que es una nenaza.
-- Por eso es así entonces. – conclusión de Aina.
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Agárrame fuerte (2)
RomanceSEGUNDA PARTE DE LA BILOGÍA AGARRADOS. Gia y Oliver decidieron separar sus caminos, con lo que no contaban era con la fuerza del destino. Otro verano lleno de amor y locura, pero esta vez ella estará acompañada de sus mejores amigas. Ninguno lo sabe...