Sentir su respiración tan cerca. Su corazón acelerado. Mis manos alrededor de su cintura. Ardían tan solo al sentir su piel.
Subí mis manos lentamente, hasta llegar a sus mejillas. Con mi dedo pulgar acaricié su labio, que me estaba pidiendo a gritos que le besara. Sus ojos miraban mis labios, pidiendo un beso de esos que te dan mil años de vida. A continuación, subí mis manos por su pelo, acariciándolo suavemente, pero con fuerza. Podía sentir que mi cuerpo echaba fuego, y por su respiración, podía decir que el suyo también. La junté un poco más. No existían centímetros que pudieran ser obstáculo entre nosotros. Iba a hacerlo, iba a besarla.
--¡Espera!. – me dijo repentinamente. Dejé caer mi frente junto a la suya. Resignado. – Se han ido.
Se nos había olvidado lo que estábamos haciendo realmente, espiar a Derek. Ahora mismo me preguntáis quién es Derek y ni lo sé.
La aparté suavemente hacia un lado, y me asomé por aquella pared, disimuladamente, por si acaso todavía seguían allí. La chica al parecer ya se había despedido de él, y ni nos habíamos enterado. Él estaba solo, concentrado, enviando algún mensaje con su teléfono móvil.
-- Voy a ir. – le dije a Gia, casi dejándome descubrir por Derek.
-- ¡No!. – Gia me retuvo estirando de mi camiseta.
-- Tenemos que saber qué tiene entre manos este tío.
-- No nos lo va a decir Oliver.
-- Bueno, pues al menos que sepa que le hemos visto. – lo dije decidido, y esta vez no pudo retenerme, fui más rápido que ella.
Giré la esquina, sorprendiendo a mi macarra favorito, con mi maravillosa presencia.
-- Vaya, vaya... ¿A quién tenemos por aquí?. – dije acercándome hacia él. Con aires de superioridad, eran los aires que ese tío necesitaba, sino... se sentía siempre superior. Me acerqué hacia él, cuesta abajo, con las manos en los bolsillos. Bien confiado. Gia me siguió, justo detrás de mí.
-- ¿No puedes vivir sin mí, o qué?. – Derek se sorprendió mucho al verme. Me hubiese encantado que vierais su cara, cuando levantó la mirada de su teléfono. La última persona que esperaba encontrarse. ¿Qué cojones estaría tramando?...
-- No sé qué haces tan solito. Si ahora tienes novia. – dije con una sonrisa vacilona.
-- Qué cojones te importa a ti.
-- Mucho. Sobre todo si ella no se merece un tío como tú.
-- Tú qué sabrás cómo soy yo. – ante esto último me eché a reír. No pude evitarlo. -- ¿Te hace gracia?.
-- Mucha. – continué riendo. Derek se molestó y empezó a acercarse más de lo normal, intimidante.
-- Precisamente porque sabemos cómo eres, por eso nos importa lo que haces. Cleo es mi mejor amiga, así que ten mucho cuidadito con lo que haces. – Gia se metió en medio de los dos.
-- Sé de sobra lo que hago y dejo de hacer.
-- Y nosotros hemos visto cosas que no deberías estar haciendo. – Derek se rió, nervioso.
-- No vayáis de listos, venga. – dijo vacilón. Me dio un golpe en el hombro para dirigirse calle arriba.
-- Te estoy vigilando. Que no se te olvide. – le dije, dándome la vuelta en su dirección, levantando la cabeza, y señalándole con mi dedo índice.
-- Estoy temblando.
-- Pues deberías. – miré a Gia, sin entender por qué había dicho esto último. Más que intimidante, sonó gracioso. Le sonreí. Y Derek desapareció calle arriba, eso sí, no sin antes enviarnos unos besitos al aire. Gilipollas.
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Agárrame fuerte (2)
RomanceSEGUNDA PARTE DE LA BILOGÍA AGARRADOS. Gia y Oliver decidieron separar sus caminos, con lo que no contaban era con la fuerza del destino. Otro verano lleno de amor y locura, pero esta vez ella estará acompañada de sus mejores amigas. Ninguno lo sabe...