El verano empezaba muy fuerte, si aquel había sido el primer día de nuestro verano... ¿cómo sería el resto?. Después de aquel día las expectativas estaban muy altas, había sido increíble, bueno, más que increíble, había sido mágico.
Volver a estar con Oliver así, como si no hubiera pasado nada entre nosotros, disfrutando de cada momento juntos, podría ser un sueño. Desde que había retomado el contacto con él creía vivir en un sueño constante, no me creía nada de lo que me pasaba, me parecía surrealista.
Regresamos a casa y Cleo se estaba duchando la primera, obviamente lo echamos a piedra papel o tijera, yo siempre perdía. Lo mío no era ese juego. Mientras tanto Aina y yo terminábamos de organizar cosas de las maletas que aún no estaban en su lugar.
-- Bueno, cuéntame... -- dije a ver si Aina se abría un poquito conmigo, mientras arreglaba los bikinis que tenía en una montaña encima de la cama.
-- ¿Yo?... – respondió Aina como si con ella no fuera la cosa.
-- Claro, nos conocemos mucho Aina, a mí no me mientes. – la miré con media sonrisa en la cara. Confiaba en mí, lo sabía.
-- Tía, creo que me gusta. – y confesó. Dejó lo que estaba haciendo para sentarse en la cama, justo al lado de donde yo estaba organizando los bikinis.
-- Lo sé amiga.
-- ¿Tanto se me nota?... – se preocupó.
-- Nono. A ver, lo noto yo, tía te conozco desde que tienes tres años. – le digo para que no se raye mas de lo normal. – Jamás te he visto igual.
-- ¿Pero él lo habrá notado?, qué vergüenza... -- se puso como un tomate solo de pensarlo.
-- Notarlo no sé si lo habrá notado, lo que sé es que a él también se le nota.
-- ¿El qué?. – no entendió lo que le dije.
-- Que le gustas, y mucho. Ya te lo digo yo. – me reí.
-- ¿Si?, ¿tú crees?... – Aina se mordía las uñas pensando en aquello.
-- Se le cae la baba contigo Aina... -- me reí y me senté a su lado.
-- Es guapísimo, y es tan bueno...
-- Ay amiga, el amor... -- la abracé. – Ten cuidado, ¿vale?..
-- ¿Por qué me dices eso?... – me preguntó aquello apartándose para mirarme a los ojos.
-- Porque el amor duele mucho.
-- Pero no se puede huir de esto, cuando le veo se me sale el corazón. – bromeó.
-- Te entiendo perfectamente, me pasa algo parecido. – reí.
-- ¿Y tú con Oliver?... – preguntó.
-- Yo con Oliver... no lo sé...
-- Os queréis mucho Gia. – me dijo cogiéndome de la mano.
-- A veces no basta solo con quererse...
-- Os queréis mucho y muy bonito. Estoy segura de que podréis, te mereces todo lo bueno que te pase. – y ahora me abrazó ella.
-- ¡Eh!, ¡¿abrazo sin mi?!. – Cleo vino como loca a unirse a aquel abrazo. Reímos porque estaba como una regadera pero era nuestra regadera. -- ¿Qué ocurre aquí?, ¿me lo contáis o tengo que mataros?.
-- Ocurre que esta noche vamos a ir al cine de verano. ¿Planazo, no?. – dije cambiando de tema. Si Aina quería contarle a Cleo lo que le estaba pasando que fuera decisión suya hacerlo.
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Agárrame fuerte (2)
RomanceSEGUNDA PARTE DE LA BILOGÍA AGARRADOS. Gia y Oliver decidieron separar sus caminos, con lo que no contaban era con la fuerza del destino. Otro verano lleno de amor y locura, pero esta vez ella estará acompañada de sus mejores amigas. Ninguno lo sabe...