5. OLIVER

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Me metí en su perfil, cómo no iba a hacerlo. Tenía a Gino pegado a mi hombro observando por detrás cual 'maruja' cotilla.

-- Pues estudia, ¿ya has terminado o qué?. – le dije bromeando, mientras lo empujaba para que dejara de cotillearme el móvil.

-- Calla, si sabes que voy a mirar igual, déjame ver. – insistió sin moverse de detrás.

-- Puta maruja colega. Échate una novia ya. – le dije bromeando.

-- Venga métete ya que lo estás deseando tío. – se reía mientras intentaba tocarme la pantalla del móvil y yo le empujaba. Éramos dos críos pequeños siempre.

Y le dí, cliqué donde ponía 'Gia Fabbri', ¿se podía tener un nombre más bonito?, no lo creo... Aunque más bonita era ella. Habían muy pocas fotos, tan solo tenía dos en las que salía ella sola y las dos eran en Altea, vaya por dios... El resto de fotos eran atardeceres, comida, y fotos con las que intuí eran sus amigas, las famosas Cleo y Aina.

-- A ver a ver, dale a esta. – Gino clicó rápidamente y sin que pudiera evitarlo, a una fotografía en la que salía Gia con sus amigas sonriendo. Salían guapísimas. -- ¿Quién es esta tía?, la necesito conocer. – dijo aquello refiriéndose a Aina, casi babeando y con los ojos de par en par.

-- Eres imbécil de verdad. – le aparté la mano de mi móvil. – Estas tías juegan en otra liga Gino, una pena. – le dije aquello mientras abandonaba su perfil, salía de Instagram y bloqueaba mi móvil.

-- ¿Qué liga ni que liga tío?, ¿nos has visto?, no tenemos nada que envidiarle a esos madrileños cayetanos.

-- A ver, tú madrileño no eres, pero un poco cayetano sí. – me reí de él, y me pegó un pequeño empujón que hizo tambalearme de la silla.

-- Di lo que quieras, pero yo a esa tía la enamoro. – iluso de Gino... Me empecé a reír de él a carcajadas. – Oye, ¿qué historia había subido?. – me preguntó.

-- ¿Quién?. – respondí confuso.

-- Gia, quién va a ser...

-- Ni idea, ni me he dado cuenta.

-- A verla.

-- Estás más interesado tú que yo.

-- Si, venga, dale que lo estás deseando no me jodas. – me dijo casi sacándome él el móvil del bolsillo, y yo a la vez refunfuñando, pero falsamente porque en realidad estaba deseando ver aquella historia que ni me había dado cuenta que había.

Volví a meterme en su perfil, y las risas que llevábamos se convirtieron en un silencio absoluto cuando vimos que la historia era de 'Lucas Martín'. Ella había compartido la historia, en la que él le había hecho una foto sola andando a lo lejos, por lo que parecía ser el famoso retiro de Madrid. Empecé a sentir una rabia inmensa, digamos que se me empezaron a llevar los demonios. Todo este tiempo he pensado que probablemente Gia había rehecho su vida, pero joder... Primero, una cosa es pensarlo y otra cosa es ver algún indicio de ello. Y segundo, ¿con Lucas tía?, con Lucas no. Intuimos ambos que era Lucas, el famoso Lucas que conocimos aquí el verano pasado. Ese Lucas que estaba en su puta casa día sí y día también. Ese.

-- Esa foto no quiere decir nada Oliver, no te rayes. – me dijo Gino en un tono mucho más serio del que estábamos teniendo minutos antes.

-- No me rayo. Gia tiene novio. – dije en alto sin ni siquiera mirarle a la cara. Tenía la mirada puesta en el vacío absoluto.

-- Qué dices tío. No. – vino y me cogió la cara para romper aquel vacío en el que estaba metido. Aunque me mantuviera la cara frente a la suya mi mirada seguía perdida. -- ¡Oliver!, que eso no quiere decir nada. – repitió. – Serán amigos, igual que aquí.

Agárrame fuerte (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora